Los disturbios ocurridos en el Stade de France se atribuyeron a aficionados del Liverpool, pero los responsables fueron individuos locales, muchos de ellos con rasgos árabes y africanos
La final de la Champions disputada este sábado en el parisino Stade de France sufrió un retraso inaudito por los disturbios acontecidos en los alrededores del estadio y que en un primer momento se atribuyeron a aficionados del Liverpool que trataban de acceder al recinto sin entrada.
Poco después, sin embargo, los periodistas acreditados comenzaron a aclarar que las escenas de caos y violencia fueron provocadas más bien por vecinos de la ciudad, muchos de los cuales con rasgos árabes y africanos, que se colaron en el estadio y disfrutaron del partido a pesar de no tener localidad.
Fue el caso del reportero argentino Alejo Schapire o del enviado especial de la BBC Nick Parrott. «Los testimonios en el lugar dan cuenta de robos, manoseos por parte de lugareños de ‘no go zone’ y desorganización policial», explicaba el primero de ellos. El periodista británico, por su parte, hablaba de que eran aficionados «locales» quienes desataron el caos y privaron a «fans legítimos con entradas» de ver el partido. «La policía o no sabe cómo lidiar con ello o no quiere hacerlo», concluía Parrott.
Igualmente, el periodista Sergio Santos, del medio Relevo, aseguró que había «grupos de franceses en los alrededores del estadio agrediendo y robando a los aficionados». Las imágenes que han circulado por redes sociales también dan testimonio de ello.
Incluso el candidato del partido Reconquista a las elecciones francesas, Éric Zemmour, conocido por su contundente postura contra la inmigración ilegal, se pronunció al respecto a través de su cuenta de Twitter: «Por nuestra seguridad y por nuestra imagen, deberíamos construir el Stade de France en Francia», afirmó el político en referencia al importante nivel de inmigración de ciertas zonas de París.
