jueves, abril 25, 2024
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Unióse Minerva a Marte

Una de las pruebas más fehacientes y elocuentes de que la nación española ya estaba formada con anterioridad a la primera Constitución española, la de Cádiz, y que no nace con ella, fue la respuesta a la invasión francesa. Una respuesta a la invasión que, además, como pone de manifiesto buena parte de la literatura testimonial que dejó esa guerra (hasta 114 libros de memorias, biografías, relatos en general, existen sobre dicho acontecimiento), supuso también una «revolución» política (y es que la propia Constitución es resultado de esa revolución).

El concepto de «revolución española», sin embargo, no se consagró en la historiografía (como se consagró el de «revolución francesa»), cuando el alcance de dicha transformación fue profundo y decisivo. Guerra de Independencia, guerra Peninsular, incluso guerra del Francés, etc., son nociones que tienden a encubrir o , por lo menos, eluden, ese proceso revolucionario producido en ese contexto. Pero, además, un proceso revolucionario que supone la cohesión ,ya nacional, y que la invasión sirvió de aglutinante y cierre de filas en torno a esa nación ya constituida.Un ejemplo, que utilizaremos a modo de fractal, de esta cohesión nacional, involucrando a partes regionales como Galicia, País Vasco, Navarra y Cataluña, es el curioso caso de la formación del Batallón Literario.

Entre junio y julio de 1808, recién constituidas las Juntas de Defensa, se formó, en la Plaza de la Quintana de Santiago de Compostela, el llamado «Batallón literario», un cuerpo de estudiantes universitarios voluntarios reclutados con el objetivo, decidido, de luchar contra las tropas francesas.Allí mismo, ya formado el cuerpo el día 11 de julio integrado por unos 1200 cadetes (estudiantes), se bendijo la bandera por el arzobispo compostelano Rafael

Múzquiz, y la juraron en la Catedral. Una bandera blanca que llevaba cardada la cruz de Santiago, junto al escudo de la Universidad compostelana, y un mapa de España con un remarcado especial de Galicia con la siguiente leyenda «Auspice Deo. Pro libertatis regis. Palladis legio, anno MDCCCVIII».Los soldados llevaban, además de la bandera, una cinta en la que, con un breve poema, se aludía a la unión entre la actividad universitaria y el nuevo cuerpo de voluntarios: «Por rescatar a Fernando [el Rey Fernando VII] y acabar con Bonaparte unióse Minerva a Marte».

El 18 de julio de 1808 —sí, sucedió un 18 de julio— partieron de Santiago en dirección a Bembibre, portando la bandera con los dos escudos, llegando a participar en la toma de Bilbao. Volvieron a la ciudad del apóstol algo menos de dos centenares. Terminada la guerra, la bandera había desaparecido y se daba ya por perdida cuando el 14 de mayo de 1819, desde Pamplona, el coronel del Batallón de Voluntarios de Barcelona, nombre que había recibido posteriormente el Batallón Literario, escribe a la Universidad ofreciendo remitirla, «no pudiendo ver sin dolor que este precioso monumento que he visto salir de esa real Universidad pase a otro depósito que ella misma».

El día 22 de abril de 1822 el coronel Granados Saavedra hizo entrega solemne de la bandera blanca de los literarios al Claustro de la Universidad de Santiago. El Ayuntamiento de Santiago, asimismo, acordó perpetuar la bandera haciéndola esculpir en mármol, como «gloria inmortal de los predilectos hijos de Minerva». Así mismo, una placa muy llamativa en la plaza de la Quintana, también conocida en su honor como de Literarios, recuerda en Santiago esta intervención. La bandera-estandarte está hoy ubicada en la Sala de Juntas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago. 

Vemos cómo, por el recorrido geográfico (urbano) que desarrolló el batallón, la nación española actuó como un resorte para expulsar al invasor, comprometiendo a todas sus partes, no viéndose ninguna de ellas como ajenas a la acción bélica del batallón. España respondió al unísono frente al invasor, pero no fue la respuesta lo que los unió, sino porque había unión hubo respuesta. Ocurre,sin embargo, que en la web de la Universidad de Santiago y en referencia a él, se dice lo siguiente (por supuesto sólo en gallego), en nota informativa al pie de la bandera: «Ante esta bandeira prestaron xuramento o batallón literario, nome da milicia universitaria que se formou en 1808 para defender a patria da invasión francesa». Se deja deliberadamente en la ambigüedad la «patria» a la que se refieren, siempre pudiendo interpretar que es la gallega, y nunca la española.

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