jueves, abril 18, 2024
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El féretro de la reina Isabel II ya descansa en Windsor

Los actos de este lunes terminaron en la capilla de San Jorge, donde la monarca ha sido enterrada junto a su marido

Más de 500 dignatarios mundiales asistieron este lunes en la abadía de Westminster de Londres al funeral de Estado por la reina Isabel II, fallecida a los 96 años tras más de siete décadas como soberana del Reino Unido.

Tras cerrarse la capilla ardiente de Isabel II en el palacio de Westminster, por la que han pasado desde el miércoles centenares de miles de personas para dar su último adiós a la soberana, exactamente a las 10.44 hora local (9.44 GMT), el féretro de Isabel II ha abandonado la sede del Parlamento británico y ha llegado en cortejo fúnebre hacia la abadía. El nuevo rey Carlos III y sus tres hermanos -Ana, Andrés y Eduardo-, así como sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, han caminado tras los restos mortales de la soberana.

A continuación, ha comenzado la ceremonia religiosa, ante unos 2.000 invitados, oficiada por el deán de Westminster, David Hoyle. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha ofrecido un sermón y la primera ministra británica, Liz Truss, ha leído un texto religioso. A las 11.55 hora local (10.55 GMT), una llamada de corneta marcó el comienzo de dos minutos de silencio que se respetaron en todo el Reino Unido.

Acabado el funeral, el féretro ha salido en cortejo fúnebre desde la abadía hacia el arco de Wellington, en la esquina sureste de Hyde Park. El Big Ben, la célebre campana de la torre del palacio de Westminster, ha sonado a intervalos de un minuto durante la procesión.

Después, los restos mortales de la soberana han sido transferidos a un coche fúnebre para hacer su último viaje hacia el castillo de Windsor, a unos 35 kilómetros al oeste de Londres. En ese momento, han sonado los acordes del God save the King y el rey Carlos III ha realizado el saludo marcial en honor a su madre.

El féretro con los restos mortales de Isabel II llegó este lunes después de las 15.00 hora local (14.00 GMT) hasta el castillo de Windsor.

A su llegada, como estaba previsto, los restos de Isabel II recorrieron en procesión los cerca de 5 kilómetros del denominado Long Walk, la avenida arbolada que desemboca en el castillo de Windsor, la residencia real donde más tiempo solía pasar la reina.

Un servicio religioso en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor despidió a la que ha sido la soberana británica durante más de siete décadas.

Tras el gran funeral oficiado esta mañana en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres, la ceremonia en Windsor fue un acto más recogido, con unos 800 invitados, entre ellos miembros de las casas reales europeas.

El rey de España, Felipe VI, y la reina emérita Sofía se desplazaron a Windsor tras haber asistido al funeral en la capital británica, mientras que la reina Letizia no pudo asistir a la misa al deber tomar un vuelo con destino a Nueva York y el emérito Juan Carlos declinó la invitación.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, partió desde el aeropuerto de Stansted esta tarde, tras la ceremonia en la Abadía de Westminster, igual que otros líderes mundiales, que asisten esta semana a la Asamblea General de la ONU.

El deán de Windsor, David Commer, ofició la misa en la capilla de San Jorge, emplazamiento habitual de bautizos, bodas y funerales de la realeza británica.

Ese mismo escenario acogió el año pasado el funeral del duque de Edimburgo, esposo de la reina, cuya sepultura se encuentra en la cripta del castillo, donde esta tarde también ha sido enterrada Isabel II.

Durante el servicio fueron retirados del féretro de Isabel II la Corona Imperial, el orbe y el cetro de la soberana, que fue finalmente despojado de los símbolos de su reinado.

A partir de las 19.30 hora local (18.30 GMT), un nuevo servicio privado, reservado a los miembros más cercanos de la familia real británica, dio el último adiós a la soberana.

La losa de mármol de su sepultura quedará grabada con las palabras: «Elizabeth II 1926-2022».

Londres busca emplazamiento para un gran monumento a Isabel II

El Gobierno británico y la Casa Real mantendrán conversaciones para encontrar un emplazamiento en Londres donde instalar un gran monumento permanente que recuerde a la reina Isabel II, según reveló este sábado el diario The Times.

Entre las opciones que barajan las autoridades se encuentra el conocido como «cuarto pedestal» de la plaza de Trafalgar, una base de piedra ubicada en un lugar preeminente del centro de la capital británica que se ha «mantenido vacía de manera deliberada» desde hace 20 años, según el diario. «Se da por sentado que el cuarto pedestal ha estado reservado para la reina Isabel II», dijo ya en 2013 el exalcalde laborista de Londres Ken Livingstone.

Con todo, algunos altos cargos consultados por The Times consideran que esa ubicación «no es lo suficientemente prominente» para la figura de la soberana, y proponen instalar una estatua en la plaza del Parlamento, frente al palacio de Westminster, donde ya está instalada una efigie, entre otras, del ex primer ministro Winston Churchill.

Entre las ideas que barajan las autoridades para rendir tributo a la reina está asimismo rebautizar con su nombre el aeropuerto londinense de Heathrow, uno de los más concurridos de Europa, asegura The Times.

Fuente: EFE.

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