sábado, abril 20, 2024
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Un software israelí ayudó a espiar a reporteros y activistas de todo el mundo

De un listado de 50.000 números de teléfono, 37 de ellos fueron infiltrados con un software espía creado por la firma tecnológica israelí NSO Group

Un programa de software israelí diseñado para perseguir a criminales y terroristas fue usado para infiltrar al menos 37 teléfonos móviles que pertenecían a reporteros, activistas de derechos humanos, directores de empresas y dos mujeres cercanas al periodista saudí Jamal Khashoggi, en el consulado de su país en Estambul en octubre de 2018.

Esa es una de las principales conclusiones de una investigación publicada este domingo y que llevaron a cabo The Washington Post junto a otros 16 medios de comunicación con la ayuda de Amnistía Internacional y la organización francesa sin ánimo de lucro Forbidden Stories.

Amnistía Internacional y Forbidden Stories tuvieron acceso a una lista de más de 50.000 números de teléfono y los compartieron con los medios de comunicación, que los usaron para su investigación. De esos 50.000 números de teléfono, 37 fueron infiltrados con un «spyware» o software espía llamado Pegasus y creado por la firma tecnológica israelí NSO Group.

De esos números, los autores de la investigación fueron capaces de identificar a 1.000 personas que viven en 50 países de todo el mundo. Entre ellos, figuran varios miembros de familias reales árabes, al menos 65 altos cargos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluidos jefes de Estado y de Gobierno, ministros y diplomáticos.

The Washington Post y los otros medios no han podido averiguar cuál era exactamente el objetivo de la lista de 50.000 nombres. Tampoco saben quién creó el listado y cuántos de los teléfonos fueron objeto de espionaje.

«Violaciones de derechos humanos»

Por su parte, Amnistía Internacional (AI) subrayó este lunes que el software espía de la empresa israelí NSO Group se utilizó para «facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo».

La pesquisa identifica como posibles objetivos a periodistas que trabajan para medios de comunicación internacionales como Associated Press, la CNN, The New York Times o Reuters.

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