viernes, marzo 29, 2024
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Un periodista birmano perseguido por la junta pedirá asilo en España

Mratt ganó el premio Agence France-Presse Kate Webb por su cobertura de los conflictos étnicos religiosos en las regiones fronterizas de Birmania

El periodista birmano Mratt Kyaw Thu pedirá asilo en España tras lograr escapar de Birmania (Myanmar) donde la junta militar emitió una orden de arresto contra él por su cobertura de las protestas del golpe de Estado del pasado 1 de febrero.

Mratt, que ha trabajado como colaborador de Efe en Birmania desde octubre de 2018, tiene previsto viajar este martes a Madrid desde el aeropuerto de Fráncfort (Alemania), donde ha permanecido cuatro semanas en un centro de detención.

«Birmania ahora es un país extremadamente peligroso para los periodistas, ya hay muchos detenidos. Como periodista, si te detienen no eres nada. Tenemos que estar en libertad para poder hacer nuestro trabajo», explicó hoy desde el teléfono fijo del centro de detención, donde no se le deja usar su móvil o tener acceso a internet.

Más de 80 periodistas han sido detenidos desde el golpe de Estado que acabó con el Gobierno democrático de Aung San Suu Kyi y unos 45 de ellos permanecen en prisión mientras las autoridades militares han emitido órdenes de arresto contra otros 22 reporteros, según datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Birmania (AAPP).

Uno de estos últimos es Mratt Kyaw Thu, de 30 años, cuya foto apareció el 5 de abril en los medios oficiales dentro de la lista de periodistas buscados por violar un decreto aprobado tras el golpe que considera delito «causar miedo, difundir noticias falsas, e incitar directa o indirectamente a una ofensa criminal contra un empleado público».

La aprobación de ese decreto en febrero fue, según muchos analistas, el pretexto para arrestar periodistas a discreción, como comenzó a ocurrir a los pocos días, con un goteo incesante desde entonces de reporteros detenidos y medios obligados a cerrar.

Mratt, que desde el golpe cambiaba de domicilio cada noche para evitar ser detenido, decidió abandonar Rangún, la antigua capital, y se escondió durante semanas en un territorio fronterizo controlado por una guerrilla étnica, donde se han refugiado otros periodista, políticos y activistas.

Tras conseguir escapar de su país, el periodista – cuya labor como verificador de noticias tras el golpe que le dio mucha visibilidad y prestigio- viajó a Europa gracias a un visado obtenido por su vinculación con la agencia Efe, para quien cubrió a diario el levantamiento militar y el inicio de las protestas.

En 2017, Mratt ganó el premio Agence France-Presse Kate Webb por su cobertura de los conflictos étnicos religiosos en las regiones fronterizas de Birmania.

Uno de los últimos periodistas detenidos es el estadounidense Danny Fenster, editor jefe del portal birmano Frontier Myanmar, que arrestado el pasado 24 de mayo en el aeropuerto de Rangún, la mayor ciudad de Birmania, cuando se disponía a tomar un vuelo hacia Kuala Lumpur.

La persecución por parte de las autoridades militares ha hecho que la mayoría de los periodistas tengan que trabajar en la clandestinidad tanto en Birmania como en el extranjero, desde donde siguen informando de lo que ocurre en su país a través de medios online o en redes sociales.

La junta militar lleva a cabo una brutal represión contra las protestas y los participantes en el movimiento desobediencia civil que ha surgido con fuerza desde el golpe de Estado y las fuerzas de seguridad han matado al menos a 840 personas y ha detenido a más de 5.500, según los últimos datos de la AAPP.

El Ejército justifica el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, con el aval de los observadores internacionales.

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