El último puente, la variante ómicron o los test en farmacias explican la percepción de que los contagios están disparados
El 27 de enero de 2021, España llegó a su nivel máximo de incidencia acumulada en toda la pandemia: 899 casos por cada 100.000 habitantes. Nuestro país vivía por aquel entonces la tercera ola del virus, con unas cifras de contagios y de muertos muy superiores a las actuales.
Sin embargo, a pesar de que la incidencia acumulada es ahora sensiblemente menor que entonces, 472 casos por 100.000 habitantes, existe una percepción muy extendida de que en las últimas semanas se está disparando el número de casos y, consecuentemente, de personas que se confinan o de eventos que se cancelan, como cenas de empresas.
¿Cómo casan, entonces, la sensación de más contagios con lo que dicen las estadísticas? Estos factores son algunas de las posibles explicaciones.
La variante ómicron
Aunque la nueva variante ómicron del virus dista aún mucho de ser mayoritaria en nuestro país, hay que tener en cuenta que los primeros estudios sobre ella señalan que es mucho más contagiosa.
Los expertos apuntan a que ómicron será preponderante en toda España en unas semanas. Sin ir más lejos, en la Comunidad de Madrid, la nueva variante ya representa más del 30% de los positivos.
Los test en las farmacias
A diferencia de lo que ocurría hace unos meses, ahora los ciudadanos tienen acceso a test de antígenos en su farmacia de la esquina. Esta medida, que capitaneó el Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha hecho que muchos casos no acaben en las estadísticas oficiales: mucha gente simplemente compra un test y, si da positivo, se aísla voluntariamente. Ese positivo no llegará a reflejarse en los datos de Sanidad, pero sus familiares, amigos y compañeros de trabajo sí se enterarán. De ahí la brecha de percepción.
Los últimos festivos
El puente de diciembre ha caído especialmente bien este año, siendo el Día de la Constitución lunes y la fiesta de la Inmaculada un miércoles. Este factor ha podido contribuir a una mayor transmisión del virus y precisamente los datos de aquellos días empiezan a conocerse ahora con la incidencia acumulada a siete días, que ha crecido significativamente.
Además, Sanidad no publica estadísticas en los días festivos, lo que ha podido provocar un decalaje entre las cifras reales y las que ofrece el Gobierno.
