reflexion

Desde la empresa aseguran que la situación que estamos viviendo nos quita las ganas "de algo tan nuestro, como disfrutar de la vida"

Hay un tiempo para hablar y un tiempo para callar. Pero nunca es tiempo para la Felonía

Durante décadas las siete semanas de la Canícula eran sinónimo de molicie y fiesta. Ahora son los momentos en los que se afilan los dientes los legisladores, trapaceros y los subversivos de pelaje indeterminado.

“Cuando se toma una decisión ética no debería importarnos lo que ocurriera después, mas es un hecho que nos preocupan las consecuencias por encima del Obrar bien”.

No se debe únicamente apoyar la información que nos justifica, bajo nuestro sesgo, dependiendo quien la emite. Pero eso es precisamente el signo de nuestros tiempos: alejarnos de la costosa y laboriosa búsqueda de las certezas, para caer en los confortables brazos de la manipulación.

Copérnico afirmaba en el prólogo de su libro De revolitionibus que el sistema máximo astronómico ptolemaico era muy bello en sus partes, pero un...