El precio de la gasolina de 95 ha subido un 23% durante este año, esto implica que cada ciudadano se deja 15 euros más en su repostaje
Los precios de la luz han hecho historia, ya que ha batido récord en estos últimos días por sus altos precios. A este hecho se suma otro que, para la ciudadanía, también es negativo: el precio de los combustibles fósiles también sufre una subida en sus precios.
La gasolina 95 ha llegado a rozar en este mes de junio una media de 1,36 euros por litro, según los datos que ha recopilado el periódico ‘El Confidencial’ del «Boletín del Petróleo» de la Comisión Europea.
La luz ya no solo bate récord, ahora también lo hace la gasolina, y es que el coste de este carburante en lo que llevamos de mes ha sido el más alto que se ha visto desde octubre del año 2014, de hace casi siete años.
Hay que destacar que este coste, además, se da cuando ha crecido con fuerza la movilidad tras el fin del estado de alarma y la libertad de circulación por España, además de estar a las puertas del verano y de las vacaciones para muchos españoles.
Parece una contradicción que el precio de la gasolina aumente cuando el coste del petróleo es muy inferior, pero esta situación sí se ha dado, ya que estos altos precios en la gasolina no se veían desde el otoño de 2014.
El precio de la gasolina de 95 ha subido un 23% en el último año, estaríamos hablando de que, si antes se llenaba un depósito de un vehículo estándar de 60 litro de capacidad por una media de 66 euros, ahora esto supone un coste de 81,6 euros, es decir, 15 euros más que cada ciudadano se deja en su repostaje.
La luz, otro suministro básico que no para de subir
A la luz se ha sumado también el alto coste de la gasolina, estos dos son suministros básicos para los ciudadanos. Aunque la electricidad también ya ha batido récords de subida, este miércoles el precio medio de la luz subirá todavía más, alcanzando los 94,66 euros por MWH, superando incluso al martes, día en el que se tenía previsto que tuviera lugar la mayor subida, y que quedó en 90 euros por MWH.
La subida de precios de estos dos suministros básicos ha significado para las familias españolas un deterioro en su economía, ya que se tratan de bienes de consumo considerados como bienes de primera necesidad, como es el caso también de los alimentos.
