Tan sólo uno de los cuatro escenarios planteados en un nuevo informe de su Banco Central son positivos de cara al futuro
Volver a ver una crisis económica a gran escala como la de 2008-2009 podría ser una realidad. Según el Banco Central de Rusia, una situación tan desastrosa como aquella para la economía mundial estaría al alcance de repetirse en 2023 debido a los efectos de la pandemia del coronavirus.
El aumento de la deuda global de los países y el creciente número de empresas poco solventes en lo financiero darían como resultado una nueva recesión de grandes magnitudes. Así lo contempla un informe titulado Las principales directrices de la política monetaria estatal unificada para 2022 y el período 2023 y 2024, en el que sólo uno de los cuatro escenarios contemplados por Rusia es positivo.
Se trata del escenario de base, en el que la crisis quedaría aplacada gracias a la vacunación y a la normalización de la política monetaria de las economías más desarrolladas. Sin embargo, el panorama es mucho más desalentador en los otros tres supuestos planteados por el Banco Central ruso.
Uno sería la intensificación de la pandemia, en el que el coronavirus seguiría golpeando de forma significativa al mundo con el consiguiente colapso económico mundial. Otro vendría marcado por la inflación, que aumentaría de forma significativa a nivel global debido a los problemas acumulados a consecuencia de la pandemia (por mucho que esta perdiese fuerza).
Por último, la crisis financiera a secas podría darse al aumentar la carga de la deuda en la economía mundial a consecuencia de la covid-19: los mercados financieros estarían en una situación inestable y eso generaría una pérdida de confianza importante por parte de los inversores.
