viernes, abril 19, 2024
viernes, abril 19, 2024

Rusia lanza un nuevo ultimátum sobre Mariúpol y Zelenski advierte de la imposibilidad de negociar así

Según la alcaldía de la ciudad ucraniana, hasta 20.000 civiles han muerto desde el inicio de la invasión rusa

Rusia instó este domingo a los militares ucranianos en Mariúpol, ciudad del este del país asediada por las fuerzas rusas, a cesar las hostilidades y deponer las armas a partir de las 06.00 hora de Moscú (03.00 GMT) y aseguró que se les garantizará la vida.

Así lo anunció en una declaración el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, el coronel general Mikhail Mizintsev, según la agencia oficial Tass.

La estratégica Mariúpol, junto al Mar de Azov, es una de las principales metas de los rusos en su esfuerzo por lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país desde la anexionada península de Crimea.

«Dada la situación catastrófica que se ha desarrollado en la planta metalúrgica de Azovstal, además de guiarse por principios puramente humanos, las Fuerzas Armadas Rusas ofrecen a militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros desde las 06:00 hora de Moscú el 17 de abril de 2022 detener cualquier hostilidad y deponer las armas. A todos los que depongan las armas se les garantiza la preservación de la vida», dice el comunicado.

Mizintsev dijo que el contenido de las «negociaciones entre militantes de formaciones nacionales y mercenarios bloqueados en Mariúpol en la planta metalúrgica de Azovstal atestigua su situación desesperada, exigen persistentemente el permiso oficial de Kiev para rendirse, pero en respuesta reciben amenazas de ejecución».

Añade que los militantes se encuentran «en una situación desesperada, prácticamente sin comida ni agua».

La declaración divulgada durante esta madrugada del domingo, según la agencia rusa, se transmitirá también a la ONU, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones internacionales.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo en un video dirigido a la nación el sábado por la noche que «la situación en Mariúpol sigue siendo lo más grave posible, simplemente inhumana», y lo achacó a que Rusia «deliberadamente continúa destruyendo nuestras ciudades. Están tratando deliberadamente de aniquilar a todos los que quedan en Mariúpol», según la agencia local Ukrinform.

Agregó que desde que ha sido asediada su Gobierno ha intentado «una solución, ya sea militar o diplomática, cualquier cosa para salvar a nuestra gente. Pero encontrar esta solución es extremadamente difícil. Hasta ahora, no ha habido una opción 100 por ciento sólida».

Los ataques rusos han provocado una de las mayores catástrofes humanitarias en Mariúpol al bombardear a los residentes desarmados y bloquear la llegada de la ayuda humanitaria, según la agencia ucraniana.

Según la alcaldía de la ciudad, hasta 20.000 civiles han muerto desde el inicio de la invasión rusa.

La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano afirma que los rusos han desplegado hasta 13 crematorios móviles en Mariúpol para sacar de las calles los cuerpos de los civiles asesinados.

Las autoridades ucranianas consideran que unos 120.000 civiles permanecen en la ciudad sitiada, que defienden el Regimiento Azov, los Marines y otras fuerzas.

El mando militar ruso declaró este sábado que las autoridades ucranianas han prohibido rendirse a sus militares sitiados en la planta siderúrgica Azovstal de Mariúpol.

«Sin embargo, el régimen nacionalista de Kiev, según comunicaciones interceptadas, ha prohibido negociaciones de rendición y ordenado a los nazis de (el regimiento) ‘Azov’ fusilar a los militares y mercenarios extranjeros que quieran rendirse», dijo el portavoz de Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.

En su parte matutino, Konashénkov indicó que, de acuerdo con las declaraciones de los militares ucranianos que se han entregado prisioneros, la agrupación sitiada en el territorio de Azovstal cuenta en su filas con «hasta 400 mercenarios extranjeros».

«La mayoría de ellos son ciudadanos de países europeos, y también de Canadá», añadió, para advertir de que «en caso de que continúen oponiendo resistencia todos serán aniquilados».

El portavoz castrense afirmó que desde el comienzo de la «operación militar especial» rusa han llegado a Ucrania «6.824 mercenarios extranjeros procedentes de 63 Estados».

«El grupo más numeroso vino desde Polonia: 1.717 personas. Cerca de 1.500 mercenarios llegaron de Estados Unidos, Canada y también de Rumanía. De Gran Bretaña y Georgia, 300 de cada uno de esos países», agregó.

El militar ruso cifró en 193 los mercenarios provenientes de regiones sirias controladas por Turquía.

«Recuerdo, los mercenarios extranjeros no tienen estatus de combatientes según el derecho humanitario internacional. Han venido a Ucrania a ganar dinero matando a eslavos. Por eso lo mejor que les espera son sanciones penales y largos años de prisión», advirtió.

Zelenski enfría las negociaciones

Zelenski también informó de que el documento por el que se pondría fin a la guerra con Rusia puede contener un acuerdo sobre garantías de seguridad para Ucrania y otro bilateral de Kiev con Moscú, según la agencia local Ukrinform.

«Creo que estos pueden ser dos documentos diferentes: garantías de seguridad de aquellos países que están listos para otorgar estas garantías de seguridad y un documento separado con Rusia», dijo el jefe del Estado en una entrevista con los medios ucranianos, en respuesta a una pregunta sobre el documento para poner fin a la guerra.

Zelenski dijo que a Rusia le gustaría tener un acuerdo que abarque todos los temas, pero que, según él, no todos los países que podrían ser garantes de la seguridad se ven en la misma mesa con la Federación Rusa, añade la agencia ucraniana.

«Para ellos, las garantías de seguridad para Ucrania son un tema y los acuerdos con Rusia son otro tema. Rusia quiere que todo esté en un solo documento, y la gente dice: ‘Perdone, vimos lo que pasó en Bucha’. Están cambiando las circunstancias, están cambiando los formatos de los futuros acuerdos, está cambiando el porcentaje de posibilidades de acuerdos a partir de tales pasos, por esas violaciones. Todos lo ven, y quieren cada vez menos tener acuerdos con Rusia, y al mismo tiempo quieren tener acuerdos con Ucrania”, dijo Zelenski, según la fuente.

El presidente también afirmó que la cuestión de la indemnización de Rusia por las pérdidas de guerra de Ucrania debe resolverse de manera jurídica.

Zelenski advirtió, sin embargo, que la escalada de la agresión rusa y la comisión de crímenes de guerra reducen la posibilidad de negociaciones.

El presidente ucraniano citó casos como los de Borodianka y Mariúpol para afirmar que si siguen ataques como esos «no habrá ninguna posibilidad de que las negociaciones se lleven a cabo realmente» y pueden poner fin a cualquier formato de diálogo.

Además, recordó que Ucrania ofreció «constantemente» una reunión de los líderes de los dos países durante la guerra, pero que la parte rusa insiste en organizar dicha reunión solo cuando se alcancen acuerdos finales en todos los puntos.

«Estoy a favor de una reunión más rápida con Rusia. No creo que sea una reunión. No creo que podamos reunirnos una vez y estar de acuerdo en todo, porque hay muchos problemas», dijo Zelenski, según Ukrinform.

Mencionó que la cuestión de resolver el estatus de los territorios ocupados de Donbás y Crimea, anexionada por Rusia en 2014, permanece abierta, ya que Ucrania y Rusia tienen diferentes interpretaciones de la soberanía de estos territorios.

«Quieren resolver los asuntos diplomáticamente cuando hay una guerra. Esto es muy difícil. Y por eso quieren quitarnos un poco de nuestro territorio, ocupar más para presionar», dijo.

La agencia ucraniana recuerda que el 24 de febrero el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el inicio de una invasión a gran escala en Ucrania, y que las tropas rusas siguen bombardeando y destruyendo infraestructuras y atacando áreas residenciales de ciudades y pueblos mediante artillería, lanzacohetes, misiles balísticos y bombas aéreas.

Las complejas negociaciones entre Rusia y Ucrania, que comenzaron el 28 de febrero, se estancaron tras varias rondas de reuniones presenciales y virtuales.

Putin dijo el pasado 12 de abril que «la delegación ucraniana ha dado marcha atrás a los acuerdos de Estambul», en alusión a unas conversaciones sostenidas entre los negociadores en la ciudad turca el pasado 29 de marzo.

Según el presidente ruso, ahora los asuntos sobre la mesa han sido divididos en dos grupos.

«Las garantías de seguridad (para Ucrania) por un lado, y los asuntos relacionados con Crimea, Sebastópol y Donbás, al margen de ello», agregó.

Fuente: EFE

Relacionados

spot_img

Colaboradores