Un sumergible ruso lanzó misiles de crucero contra objetivos militares ucranianos desde el mar Negro y se confirmó el ataque del jueves en Kiev
La tripulación de un submarino ruso lanzó misiles de crucero Kalibr contra objetivos militares ucranianos desde el mar Negro, en lo que es la primera vez que Rusia menciona el uso de un sumergible para atacar Ucrania en la campaña militar.
«La tripulación de un submarino diésel-eléctrico de la Flota del mar Negro lanzó una salva de misiles de crucero Kalibr contra la infraestructura militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania», señaló el Ministerio de Defensa de Rusia en su cuenta de Telegram.
En el vídeo que acompaña la información se ve cómo desde dentro del mar sale disparado un misil hacia el cielo.
De acuerdo con la agencia rusa Interfax, es la primera vez que el Ministerio de Defensa menciona el uso de un submarino para atacar objetivos militares ucranianos.
Hasta el momento solo informó del empleo de fragatas, aviones y sistemas de misiles.
Rusia también afirmó este viernes que destruyó con misiles de largo alcance y de alta precisión las instalaciones de una empresa de la industria espacial y de cohetes en la capital ucraniana, según indicó el Ministerio de Defensa.
«Armas de largo alcance de alta precisión de la Fuerza Aérea rusa destruyeron las instalaciones de producción de la empresa de la industria espacial y de cohetes Artem en la ciudad de Kiev», indicó el portavoz castrense, Ígor Konashénkov, en su parte bélico matutino.
El Ministerio de Defensa de Rusia no reveló cuántos misiles se dispararon contra la capital, ni admitió que uno de ellos impactó en un edificio residencial en el distrito de Shevchenkivskyi de la ciudad, causando al menos un muerto y diez heridos.
El alcalde de Kiev, Vitaliy Klitchkó, informó este viernes en su cuenta de Telegram de que los equipos de rescate que continúan inspeccionando y desmantelando los escombros del edificio de gran altura acaban de encontrar un cuerpo sin vida. En total, cuatro personas fueron hospitalizadas.
Klitchkó dijo que el edificio era nuevo y aún no estaba totalmente habitado, lo que ha reducido el número de posibles víctimas.
El ataque se produjo el jueves justo al acabar la rueda de prensa que mantuvieron el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el secretario general de la ONU, António Guterres.
Según el alcalde, en los algo más de dos meses de la campaña militar rusa en Ucrania han fallecido más de cien personas, incluidos cuatro niños en la capital y 435 resultaron heridas.
Además, Rusia denunció un ataque ucraniano con fuego de morteros contra un paso fronterizo situado en la región de Kursk, en el suroeste del país, sin que se produjeran víctimas ni destrucciones.
«Esta mañana en la zona fronteriza de Rislk no estuvo tranquila. Sobre las 08.00 (05.00 GMT) fue atacado con fuego de morteros el paso Krupets», escribió en su canal de Telegram el gobernador de la región de Kursk, Román Starovoit.
Agregó que los guardias fronterizos rusos respondieron al ataque y destruyeron las posiciones desde las que se lanzó el bombardeo.
La región de Kursk es limítrofe con la región ucraniana de Sumy, escenario de intensos combates desde que Rusia lanzó, el pasado 24 de febrero, su llamada «operación militar especial» en Ucrania.
A mediados de este mes, el Ministerio de Defensa de Rusia advirtió de que aumentará el número y la magnitud de los ataques con misiles contra objetivos en la capital ucraniana en respuesta a cualquier ataque terrorista o acto de sabotaje en territorio ruso cometido por el «régimen nacionalista de Kiev».
Más tarde, los rusos informaron de un segundo ataque con morteros contra un puesto fronterizo cerca de Ucrania, según fuentes oficiales.
«El 29 de abril, una oficina del departamento fronterizo del Servicio Federal de Seguridad de Rusia en la región de Briansk en la aldea de Belaya Beriozka del distrito de Trubchevski fue objeto de fuego de morteros desde el territorio de Ucrania», escribió el gobernador de la región, Alexandr Bogomaz, en Telegram.
Bogomaz agregó que el bombardeo no causó víctimas.
A mediados del mes, Rusia acusó a Ucrania de haber efectuado al menos seis ataques aéreos contra edificios residenciales en la aldea de Klímovo, en la región de Briansk, que causaron al menos ocho heridos de diversa gravedad.
Fuente: EFE
