miércoles, abril 24, 2024
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Pugna entre Macron y los obispos franceses por el secreto de confesión tras el escándalo de abusos en la Iglesia

El presidente de los obispos galos defiende que el secreto de confesión «está por encima de las leyes de la República»

La publicación de un informe sobre abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia Católica gala ha desatado una tormenta política en Francia. El documento en cuestión, encargado e impulsado por los propios obispos a un ente independiente, estima que en los últimos setenta años se han podido producir 216.000 casos de abusos por parte de sacerdotes en este país.

Al margen de la escalofriante cifra (que es una estimación a partir de un modelo estadístico, no una descripción documentada y demostrada de casos individuales), la polémica ha surgido a raíz de una de las conclusiones del informe, que recomendaba a la Conferencia Episcopal Francesa la supresión del secreto de confesión para esta clase de crímenes.

En la doctrina católica, el secreto de confesión consiste en la prohibición expresa para todos los sacerdotes de desvelar cualquier pecado expresado durante el sacramento de la reconciliación. La Iglesia pone mucho celo en esta cuestión con el objetivo de preservar la intimidad del penitente, hasta el punto de que propone la pena de excomunión para el presbítero que revele cualquier pecado dicho en el confesionario.

Por encima de las leyes civiles

A raíz de la profunda controversia que en la opinión pública ha provocado el informe sobre los abusos, muchas voces han exhortado a la Iglesia francesa a que acceda a eliminar el secreto de confesión. Sin embargo, unos días después de pedir perdón por los pecados de los curas galos, el presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Eric de Moulins-Beaufort, ha sido categórico a la hora de rechazar cualquier cambio en lo que al sigilo sacramental se refiere.

El miércoles, durante una entrevista radiofónica en France Info, Moulins-Beaufort fue preguntado por esta cuestión y contestó defendiendo el sacramento como un «espacio de palabra libre» y afirmando que «el secreto de confesión es más fuerte que las leyes de la República», esto es, que las leyes civiles.

Reacción del Gobierno de Macron

Las palabras del presidente de los obispos fueron replicadas por el portavoz del Gobierno de Macron, Gabriel Attal, al asegurar este jueves que «nada es más fuerte que las leyes de la República».

Attal explicó también que el presidente había pedido a su ministro del Interior, Gérald Darmanin, que se reúna con el líder de los obispos «para clarificar las cosas». Está previsto que ambos se encuentren a principios de la semana próxima. El titular de Interior afirmó este jueves que los franceses «deben ser liberados del secreto», por lo que a priori las posturas del ministro y del obispo se antojan irreconciliables.

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