viernes, marzo 29, 2024
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Los sindicatos franceses convocan una huelga contra la reforma de las pensiones de Macron que retrasa la edad de jubilación a los 64

La movilización será el día 19 de enero y será, según los sindicatos, solo el «comienzo» de las medidas que emplearán para que el «Gobierno recule»

Los sindicatos franceses anunciaron este martes, solo unos minutos después de que el Gobierno desvelase los detalles de su propuesta de reforma del sistema de jubilaciones, una jornada de huelga interprofesional y de manifestaciones para el próximo 19 de enero, en defensa de las pensiones.

«Nada justifica una reforma tan brutal», aseveró Laurent Berger, líder de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), al comparecer ante la prensa junto a otros líderes sindicales a la salida de una reunión conjunta.

El objetivo de las organizaciones de trabajadores será, en palabras de Berger, que esta reforma «no entre en vigor» y que el «Gobierno recule», ya que la consideran tanto injusta como innecesaria.

«Estamos decididos a que este proyecto de ley no se apruebe» recalcó, por su parte, Philippe Martínez, secretario general de la CGT.

La movilización del 19 será, además, solo el «comienzo» de las medidas de fuerza decididas entre el conjunto de los sindicatos, que afean al Gobierno no haber cedido un ápice en sus intenciones pese al rechazo frontal manifestado desde el bando sindical.

En concreto, las organizaciones gremiales están en contra de cualquier retraso en la edad mínima de jubilación, lo que constituye la medida estrella del propuesto de reforma gubernamental.

«El Gobierno ha decidido enfrentarse a los asalariados», resumió tajante Laurent Escure, líder de la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA), que anticipa una movilización «profunda», «intensa» y «prolongada en el tiempo».

Al contrario que los sindicatos, las organizaciones patronales se aprestaron a mostrar su respaldo a la reforma: «Las decisiones responsables y pragmáticas que han sido ordenadas deben permitir preservar por mucho tiempo el equilibrio de los regímenes de jubilación por repartición», señaló en un comunicado el Movimiento de Empresas de Francia (Medef), que calificó la reforma de «indispensable».

Ese descontento ya se había podido ver esta mañana por las calles de París:

La propuesta de Macron

El Gobierno francés propuso este martes subir progresivamente la edad mínima de jubilación desde los 62 años actualmente a los 64 años en 2030, dentro de un amplio plan de reforma de las pensiones.

El plan incluye también una aceleración en el aumento hasta 43 años a partir de 2027 del tiempo de cotización necesario para disfrutar de una jubilación completa, así como que la pensión mínima suba a casi 1.200 euros netos al mes desde este año.

El objetivo de la reforma es el «equilibrio» del sistema, ya que «hace falta que las cotizaciones de los (trabajadores) activos financien las pensiones de los jubilados», afirmó la primera ministra, Élisabeth Borne, en la conferencia de prensa en la que presentó el plan del Ejecutivo. 

Todos los sindicatos se oponen de forma unánime. Además, las encuestas muestran que la opinión pública se opone muy mayoritariamente a retrasar la edad de jubilación. En una encuesta divulgada el pasado viernes, el instituto demoscópico Ifop explicaba que un 68% de los entrevistados están en contra de subirla hasta los 64 años y un 79% contra los 65.

Consciente de ese estado de la opinión, y de que será aprovechado por la oposición de izquierdas y de la de Marine Le Pen, que rechazan igualmente la reforma, el ministro de Hacienda, Gabriel Attal, ha tratado de dramatizar advirtiendo de que la disyuntiva es «la reforma o la quiebra» del sistema.

La edad de jubilación subirá desde el 1 de septiembre en tres meses, con incrementos similares cada año hasta alcanzar los 64 años en 2024.

Excluyendo ciertas profesiones consideradas especialmente penosas, la duración de la cotización para poder disfrutar de una jubilación al 100% será de 43 años trabajados a partir de 2027, y no a partir de 2035.

Asimismo, esta reforma contemplará la posibilidad de tener derecho a la jubilación anticipada entre los 58 y 62 años para quienes hayan empezado a trabajar formalmente antes de los 20 años.

«En 2030, cuando la edad legal de jubilación esté ya en los 64 años, alguien que haya comenzado a trabajar antes de los 16 años (normalmente como aprendiz) podrá tener su pensión a los 58 años«, ejemplificó Borne.

La jefa del Gobierno adelantó que esta reforma «eliminará la mayor parte de los regímenes especiales» de cotización, más ventajosos que el del sistema general y utilizados en muchas ocasiones por empresas del sector público.

Para Borne, el aumento de la edad de jubilación se trata de «una elección esencial para defender el modelo social (francés) y mantener la solidaridad entre las diferentes generaciones».

«El déficit va a crecer año tras año, dejarlo crecer sería irresponsable, como también dejarse llevar por medidas demagógicas lo sería aún más (irresponsable)», manifestó Borne, quien recordó que otros países de la UE también han alargado la edad de la jubilación.

Ese déficit alcanzaría 13.500 millones de euros en 2030, pero con el cambio previsto se generará un ingreso adicional de 17.700 millones para ese año, aseguró por su parte el ministro de Economía, Bruno Le Maire.

Fuente: El Liberal y EFE

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