La ley pasa a hora al presidente de la República que podrá promulgarla, enviarla al Tribunal Constitucional o vetarla
El Parlamento de Portugal aprobó este viernes por mayoría la despenalización de la eutanasia, una ley que podrá aplicarse tras ser ratificada por el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.
La ley prevé que puedan pedir la eutanasia los mayores de edad, sin problemas mentales, y que están en situación de «sufrimiento extremo» con «enfermedad o lesión incurable y fatal».
Todo el proceso deberá ser seguido y orientado por un equipo de médicos, necesitando también de al menos dos informes favorables y un tercero, de un médico psiquiatra, en el caso de que el médico principal dude de la capacidad del solicitante. Cuando todos los informes sean favorables habrá que pasar aún por un Comité de Expertos, que emitirá un cuarto informe.
En el caso de que el paciente pierda la consciencia, el proceso se para de manera inmediata. El procedimiento se llevará a cabo » en establecimientos de salud del Servicio nacional de Salud o del sector privado y social que estén debidamente autorizados para la práctica». Los médicos y enfermeros podrán argumentar objeción de conciencia para no aplicarla, teniendo la obligación de derivar al paciente a profesionales que sí lleven a cabo esta práctica.
Es una ley «totalmente plural, que respeta a quien escoge el día de su muerte con la ayuda de terceras personas», aseguró Isabel Moreira, de la bancada del Partido Socialista (PS) que gobierna Portugal.
La ley fue aprobada con los votos a favor de 136 diputados, 78 en contra y cuatro abstenciones.