Nuevo cisma protagonizado por ministros de Podemos (Universidades e Igualdad) cuando todavía colea la última polémica de Garzón
El Gobierno de coalición no pasa por su mejor momento en los últimos días. La nueva declaración controvertida del ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha señalado una vez más a la facción de Unidas Podemos en Moncloa, que, a pesar de todo, sigue en pie de guerra. La formación morada no ha dudado en volver a abrir otro melón que lleva a que el Ejecutivo siga insistiendo en, por si no fuera suficiente con las críticas ajenas, tirarse piedras contra su propio tejado: la cuestión catalana.
Los protagonistas del nuevo ‘marrón’ para Pedro Sánchez son el ministro de Universidades, Joan Subirats, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. Ambos no dudaron en expresar este viernes su defensa de la celebración de un referéndum en Cataluña.
Todo viene después de que el presidente catalán, Pere Aragonès, retara esta semana al Gobierno a asumir el riesgo de ganar o perder un referéndum de autodeterminación en Cataluña, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, cerrara la puerta a una votación de este tipo.
«Yo creo que alguna forma de consulta de un cambio en la estructura del Estado debería haber, en un momento u otro», afirmó Subirats, ministro nombrado a propuesta de los comunes y de Unidas Podemos para sustituir en el cargo a Manuel Castells, en declaraciones a SER Catalunya.
Para el ministro de Universidades, «una parte muy importante del problema que tenemos viene determinado porque hubo una reforma del Estatut, aprobada por el Parlamento de Cataluña, que fue al Congreso de los Diputados, se votó en referéndum por el pueblo de Cataluña y después pasó lo que pasó con la sentencia del Tribunal Constitucional».
La reivindicación de las posturas soberanistas del último ministro en llegar al Gobierno (más que de sobra conocidas por Sánchez) fue acompañada de otras palabras de Irene Montero igualmente sonadas sobre la misma materia. Según la titular de Igualdad en TV3, los catalanes «deben poder votar» un acuerdo a raíz de la mesa de diálogo vigente entre el Gobierno y la Generalidad.
Una postura en la que Montero se reafirmó al considerar que a Podemos «seguramente le ha costado votos en España defender que se tenía que poder votar» y al dejar caer que el Gobierno prometió reformar los delitos de rebelión y sedición en el Código Penal: «No creo que esté metido en un cajón».
Aunque caras visibles del PSOE como la ministra portavoz Isabel Rodríguez y el líder del PSC, Salvador Illa, han rechazado la posibilidad de que se celebre un referéndum en Cataluña, el problema vuelve a estar sobre la mesa a raíz del posicionamiento a favor, dentro del propio Gobierno, de Subirats y Montero.
Tanto es así que el líder de la oposición, Pablo Casado, ya ha exigido este sábado que Sánchez rechace un referéndum de independencia en Cataluña y que rompa sus pactos con ERC, al tiempo que ha sostenido que si un ministro aboga por una consulta -como ha hecho Subirats, sin referirse a la autodeterminación- y el presidente no le corrige, implica que «otorga». La polémica, una vez más, está servida.
