Catorce partidos piden al presidente del Ejecutivo que dé explicaciones sobre el giro diplomático con Marruecos; los morados no están entre ellos
En política, se puede funcionar por hechos o por gestos y en Unidas Podemos son expertos en lo segundo. Este martes volvió a demostrarlo cuando varios de sus diputados en el Congreso exhibieron banderas del Sáhara Occidental en medio del pleno de la Cámara para mostrar su rechazo al giro diplomático del Gobierno —ese Gobierno del que forman parte— en su postura sobre la antigua colonia española.
«Nuestro grupo defiende aquí y ahora el legítimo derecho del pueblo a un referéndum a la libre determinacion reconocido por Naciones Unidas», zanjó la diputada morada Sofía Castañón, mientras varios de sus compañeros de bancada, como el secretario general del grupo Confederal, Txema Guijarro, o el presidente del grupo de Unidas Podemos, Jaume Asens, se ponían de pie a aplaudir un grupo de invitados saharauis en tribuna.
Pero este fue el gesto, porque en el terreno de los hechos Podemos no ha movido un dedo contra el PSOE, por mucho que de boquilla lo acusen de haber perpetrado una tradición a los saharauis.
Para empezar, pese al enorme enfado que Podemos dice tener por la decisión de Sánchez de respaldar la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sáhara, los morados no abandonarán el Gobierno, dicen, porque consideran que son «una pieza clave y la única garantía» para asegurar que el Ejecutivo siga haciendo políticas progresistas.
El otro hecho es que catorce partidos han pedido en el Congreso la comparecencia del presidente Sánchez para que dé explicaciones sobre el asunto. Y, sorpresa, ninguno de ellos es Unidas Podemos.
El primero en exigir las explicaciones del jefe del Ejecutivo fue el Partido Popular, que presentó su solicitud el sábado. Le siguieron Ciudadanos y Teruel Existe y, por último, un escrito conjunto de EH Bildu, ERC, CUP, BNG, PNV, Junts, Pdecat, Más País, Compromis, Nueva Canarias y Coalición Canaria.
Los morados, por tanto, se aseguran de montar un circo mediático y de protagonizar una imagen televisiva, pero se cuidan de no molestar demasiado a su socio de coalición con comparecencias.
