Después de declarar infundados los últimos recursos legales presentados por Fujimori, el JNE refrendó los resultados de la votación, donde Castillo obtuvo el 50,12 % de los sufragios
El maestro rural y líder sindical Pedro Castillo se convertirá este 28 de julio en el «presidente del bicentenario» de Perú, tras haber derrotado en unas polarizadas elecciones a la derechista Keiko Fujimori, quien aceptó su triunfo a pesar de considerar que es «ilegítimo».
La victoria de la fórmula presidencial que integró Castillo junto con su candidata a vicepresidenta, Dina Boluarte, fue proclamada este lunes por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), tras un mes y medio del balotaje del 6 de junio, que llevó a impugnaciones y maniobras legales del fujimorismo, que denunció sin pruebas fehacientes un supuesto «fraude».
Después de declarar infundados los últimos recursos legales presentados por Fujimori, el JNE refrendó los resultados de la votación, donde Castillo obtuvo el 50,12 % de los sufragios válidos y un estrecho triunfo, por apenas 44.263 votos sobre Fujimori.
La proclamación de Castillo se dio a ocho días del cambio presidencial, previsto para el 28 de julio, día en que Perú celebrará los 200 años de su independencia y el actual presidente de transición, Francisco Sagasti, cederá la jefatura del Estado a este profesor izquierdista originario de la región norteña de Cajamarca.
«Un país justo y soberano»
Poco después de participar en la proclamación de resultados, que por primera vez se realizó en una ceremonia virtual, el presidente electo se presentó ante cientos de seguidores y llamó «a la más amplia unidad del pueblo peruano» para que su gestión permita que su país sea «más justo, más soberano, más digno y más humano».
«Traigo acá el corazón abierto para todos y cada uno de ustedes, acá, en este pecho, no hay rencor», sostuvo en alusión a la polarizada campaña que disputó con Fujimori, tras lo cual aseguró que ahora «primero está el Perú».
Invocó, en ese sentido, a sus rivales políticos a «acercarse» y se dirigió directamente a su rival en la segunda vuelta presidencial para decirle que ya no se pongan «más barreras en esta travesía ni más obstáculo para sacar adelante a este país».
«Este espacio es para hacer un Gobierno de todos los peruanos, de todas las sangres, sin discriminación alguna. Este será el Gobierno donde nadie se queda atrás, con lealtad, con transparencia», enfatizó.
Castillo también ratificó su «compromiso para hacer una lucha contra la corrupción y aseguró que se opone a «cualquier cosa que vaya en contra de la democracia» y, por ese motivo, va «a rechazar cualquier pretensión de traer un modelo de otro país».
Keiko Fujimori reconoce la derrota en las elecciones, pero lo cree «ilegítimo»
Poco antes de la proclamación de los resultados, cuando ya se sabía que el jurado electoral iba a emitir su pronunciamiento oficial, Fujimori aseguró que reconocería los resultados a pesar de que sigue considerando que el triunfo de su rival fue «ilegítimo».
«Hoy anuncio que cumpliendo mis compromisos asumidos con todos los peruanos, voy a reconocer los resultados, porque es lo que manda la ley y la Constitución que he jurado defender«, señaló antes de asegurar que «lamentablemente» el sistema electoral peruano se ha negado «a verificar la autenticidad» de sus reclamaciones.
Hizo un llamado, en ese sentido, a sus seguidores a «entrar en una nueva fase (de protestas), con todos los derechos que nos da la ley y la Constitución».
Acotó, sin embargo, que se siente «en la obligación de dejar en claro» que en esta nueva etapa no se puede «caer en ningún tipo de violencia, acudir a ninguna convocatoria que plantee acciones de atacar a funcionarios públicos o tomar instituciones del Estado».
Fujimori dijo que sabe que «este llamado a la no violencia» le puede generar «críticas», pero que asume «este costo político» porque «existen múltiples formas de protestar» y de manifestarse para defender la «libertad y democracia».
La legitimidad de las elecciones presidenciales peruanas ha sido reconocida por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), así como por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, entre otros países y organismos internacionales.
Fuente: EFE
