Las autoridades brasileñas han informado de la muerte de un voluntario de la vacuna de COVID-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. Fuentes anónimas cercanas al estudio han informado al diario ‘O Globo’ y a la agencia ‘Bloomberg’ de que el voluntario no recibió la vacuna sino un placebo.
Mientras tanto, las autoridades sanitarias de Brasil afirman que las pruebas continuarán pese a la muerte del voluntario y tras una revisión independiente se ha afirmado que no existen preocupaciones sanitarias al respecto.
Un portavoz de la Universidad ha declarado que: «Con el debido seguimiento que ha tenido el caso de Brasil, no existen preocupaciones sobre la seguridad de los ensayos clínicos y la revisión independiente recomienda que los ensayos continúen».
No se ha confirmado la causa de la muerte debido a la confidencialidad médica que firman los involucrados en los ensayos de la vacuna. Se conoce, por fuentes de la Universidad Federal de Sao Paulo, que el voluntario era brasileño, aunque tampoco se ha confirmado de qué ciudad.
La compañía AstraZeneca ya ha notado las consecuencias de esta noticia en Bolsa y sus acciones han caído un 1,7%.
Brasil afronta este suceso en medio de una gran crisis sanitaria y con el segundo brote más letal de coronavirus, con más de 154.000 muertos.
