miércoles, abril 24, 2024
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Más allá de ETA: el otro terrorismo de extrema izquierda en España

Bandas como el GRAPO se siguen vendiendo como movimientos de oposición al franquismo cuando realmente supusieron una amenaza para la Transición

No todo el terrorismo patrio lo ha protagonizado ETA. Catorce grupos de extrema izquierda han depositado su huella asesina en la historia de España causando 120 muertos y dejando 185 huérfanos, pero poco se sabe de estas bandas.

La más conocida ha sido el GRAPO, que con 93 víctimas mortales a sus espaldas ostenta el macabro título de ser la tercera organización terrorista más mortífera de Europa.

La abogada Carmen Ladrón de Guevara, vinculada a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), trata de devolver a estos grupos terroristas a la memoria colectiva desgranando la historia de sus víctimas a través de un documentado libro: Las víctimas del terrorismo de extrema izquierda. Del DRIL a los GRAPO (1960-2006), editado por Almuzara.

«Si en el caso de las víctimas de ETA la tendencia es al olvido, en el caso de estas otras víctimas, al olvido se le suma un desconocimiento generalizado», reflexiona la autora al exponer el propósito de su obra, impulsada por la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.

«He llorado mucho escribiendo el libro por la juventud de las víctimas, muchas casadas con mujeres muy jóvenes. Me impresionó que había muchas embarazadas con niños pequeños», desvela en una entrevista con EFE al destacar que de los 185 huérfanos que ha contabilizado, el 80% eran menores de edad.

La ardua tarea de documentación y de localización de estas víctimas le ha llevado cinco años. Partió consultando los listados oficiales del Ministerio del Interior, en los que constan un total de 1.453 fallecidos en actos de terrorismo, pero sin que figure la autoría, por lo que tuvo que ir descartando las que eran víctimas de ETA o del yihadismo hasta localizar las correspondientes a estos grupos.

Terrorismo de extrema izquierda y nacionalista

A estos catorce grupos terroristas los divide en dos grandes bloques: nacionalistas y grupos de extrema izquierda. Entre los grupos de extrema izquierda destaca los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) o el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), así como al Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL), el Frente Revolucionario Antifascista Vasco Aragonés (FRAVA), el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) o el Colectivo Hoz y Martillo.

Bajo el epígrafe de terrorismo nacionalista sitúa al Front d’Alliberament de Catalunya (FAC), al Exèrcit Popular Català (EPOCA), Terra Lliure, al Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) o al Exército Guerrillheiro do Povo Galego Ceive (EGPGC).

Estas bandas terroristas -explica la autora- encajan en lo que el economista David Rapoport denominó la tercera oleada internacional de terrorismo y que engloba a otros grupos terroristas que atentaron en Europa. Esta circunstancia temporal, sostiene, hace que la mayoría de estas bandas terroristas «se siguen vendiendo, como movimientos que surgieron en oposición al franquismo», cuando realmente «no solo no fue así, sino que su existencia supuso una auténtica amenaza para el proceso de transición a la democracia».

Por ello lamenta que sus víctimas no estén reconocidas en la recién aprobada Ley de Memoria Democrática, pero sí lo estén sus «victimarios», aunque -matiza- le horroriza utilizar esa palabra para referirse a los integrantes de esos grupos.

Fuente: Nieves Albarracín (EFE).

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