jueves, abril 25, 2024
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Macron renueva la presión internacional para que el Líbano forme Gobierno

Anunció también un nuevo fondo internacional de recuperación y reconstrucción y aseguró que no abandonarán las promesas hechas ni sus exigencias sobre las reformas

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, renovó hoy la presión para que el Líbano forme Gobierno con una nueva conferencia internacional de apoyo a la población de ese país, la segunda tras la explosión en el puerto de Beirut, el pasado 4 de agosto, que dejó más de 200 muertos.

Este encuentro telemático cumplió la promesa de hacer un nuevo balance sobre la situación y las ayudas comprometidas cinco días después del siniestro, pero puso el foco en que se acelere la instalación de un Ejecutivo, más de un mes después de la designación de Saad Hariri como primer ministro.

«No abandonaremos ni las promesas hechas ni nuestras exigencias sobre las reformas o la investigación de los motivos de la explosión», dijo Macron, quien anunció también un nuevo fondo internacional de recuperación y reconstrucción.

El Líbano atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia y Francia lamenta que el retraso en la formación de un gabinete bloquee la aplicación del plan al que se comprometieron en verano los responsables políticos libaneses, ya fuera en materia sanitaria, energética o judicial.

Colaboración internacional

La videoconferencia de este miércoles, coorganizada con las Naciones Unidas, contó con 12 jefes de Estado y de Gobierno de un total de 32 países, además de doce organizaciones internacionales y siete ONG locales.

Entre los participantes figuraban el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el secretario general de la ONU, António Guterres; el ministro brasileño de Exteriores, Ernesto Araújo, o el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.

«España ha estado y seguirá estando comprometida con la preservación, la estabilidad y la seguridad del líbano», señaló Sánchez.

En agosto, la comunidad internacional se comprometió a movilizar 257 millones de euros en ayudas (unos 308 millones de dólares) y la entrega efectiva de fondos ha superado los 280 millones (unos 336 millones de dólares).

El objetivo hoy era trabajar «a corto plazo para responder a la urgencia y también a medio porque desgraciadamente vemos que el Líbano sigue hundiéndose en la crisis«, según habían avanzado fuentes de la Presidencia francesa.

Repuesta a medio plazo

Para pasar de la fase de urgencia a la de «recuperación temprana» se ha previsto un Marco de Reforma, Recuperación y Reconstrucción financiado por un fondo fiduciario de múltiples donantes coordinado por el Banco Mundial, Naciones Unidas y la UE, para el que se pidió de nuevo la colaboración internacional.

«Estos instrumentos permitirán garantizar la continuidad de la financiación más allá de la ayuda humanitaria de urgencia«, subrayó el comunicado final, que expresó la preocupación conjunta por «el deterioro de la situación económica y social y la crisis humanitaria en ciernes».

Francia descartó que las sanciones sean el mejor método para avanzar porque el objetivo inmediato es evitar que empeore la situación, calificada de «depresión deliberada» ante la falta de reformas.

En septiembre, Estados Unidos ya sancionó a los exministros Yusuf Fenianos y Ali Hasan Jalil por supuesta corrupción y vínculos con el grupo chií Hizbulá, y este mes hizo lo mismo con Gebran Bassil, yerno del presidente libanés, Michel Aoun, y líder del Movimiento Patriótico Libre, aliado de Hizbulá.

«Hasta que se demuestre lo contrario, esas sanciones no han supuesto un cambio», añadió el Elíseo, que opta por «seguir al lado de la población libanesa y mantener la presión» y supedita la ayuda estructural a las reformas deseadas «porque para dar o prestar dinero hace falta confianza y de momento no la hay».

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