viernes, abril 19, 2024
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Los pequeños de Masaka Kids Africana ya no bailan solos

Entre caminos de polvo y terrenos agrietados y abrasados por el sol de Uganda se encuentra Masaka Kids Africana, un hogar infantil que ofrece una casa a los más pequeños. Los menores de este orfanato han pasado por algunas de las peores experiencias que un niño podría enfrentar, pero la buena suerte hizo que un hombre se topase con ellos, los recogiera y formaran su propia familia.

Namibiru y Kigundu, así es como se llaman los dos niños cuyos bailes han dado la vuelta al mundo. Tienen seis y siete años. Uno de ellos fue recogido de la basura y el otro rescatado en las calles. Ahora, hacen sonreír al planeta con sus bailes al ritmo de ‘Jerusalema’. Viéndolos bailar, por la elegancia de sus movimientos y la alegría que transmiten, es difícil saber que fueron abandonados. Pero hoy ya no bailan solos. Suuna Hasan, un electricista, les dio cobijo a ellos y a otros 22 niños convirtiendo su casa en un orfanato y creando Masaka Kids Africana.


El sida, la pobreza extrema y un conflicto civil que lleva décadas vigente han hecho que Uganda se convierta en el país con más niños huérfanos del mundo (más de 2,4 millones de menores asolados por la situación). En este contexto nace Masaka Kids Africana, con el objetivo de proporcionar a estos pequeños un refugio seguro, comida, ropa, educación y atención médica.

En medio de la carencia y el desamparo, estos niños encuentran una razón para sonreír y no es otra que crear coreografías pegadizas y animadas para colgarlas en las redes y conseguir recursos para que ningún niño de Uganda pase hambre nunca más. El denominador común de todos estos pequeños es que han perdido a su familia, pero en este refugio no oirás llantos ni gritos de desolación, todo lo contrario, los niños utilizan la danza como una terapia para afrontar las duras situaciones que la vida les ha puesto por delante demasiado pronto.

«Bailamos por la risa, bailamos por las lágrimas, bailamos por la locura, bailamos por los miedos, bailamos por las esperanzas, bailamos por los gritos, somos los bailarines, creamos los sueños». Esta es su filosofía de vida y así lo hacen saber en su página web.

Hasta han compartido un vídeo para alertar sobre los peligros del coronavirus e instar a los ciudadanos a quedarse en casa, lavarse las manos y cuidarse los unos a los otros.


El resultado es espectacular. Los niños derriten los corazones del público con sus encantadoras sonrisas en armonía con melodías africanas, acompañadas de vibrantes movimientos de baile. Estos pequeños no sólo transmiten la alegría para exprimir cada segundo de vida, también dan una lección de lo importante que es mirar siempre hacia delante y echarle coraje en el camino.

Los Masaka Kids Africana de Uganda encandilan al mundo y suman seguidores en las redes sociales. El buen rollo de los pequeños de este refugio ha cruzado fronteras y ha llegado a conocidisimos cantantes como Drake y Daddy Yankee, que han compartido los videos del orfanato con sus seguidores. Con su arte y viralidad no sólo han conseguido encoger los corazones de millones de personas, también han sido nominados en los African Entertainment Awards USA como los mejores bailarines.

Lo cierto es que estos niños no paran de triunfar, tienen más de un millón de suscriptores en YouTube, su propia cuenta de Spotify e incluso su propio disco llamado ‘Let’s Praise’ y otras versiones de canciones.

Está claro que para los pequeños huérfanos de Masaka Kids Africana ni la edad ni el pasado es un impedimento para tener el ritmo en las venas. Como decía Nietzsche: «Deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez», y lo cierto es que estos niños hacen pensar no solo con un mundo mejor, sino también con que la vida se ve de otra manera soñando con los pies.

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