sábado, abril 20, 2024
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Los misterios del caso Nisman: seis años con más dudas que certezas

Se cumplen seis años de la muerte de Alberto Nisman y los misterios siguen rodeando la investigación del caso

La causa que investiga la muerte de Alberto Nisman tiene una certeza, ya que la Justicia dio por probado que el fiscal fue asesinado, pero quedan misterios aún por develar en el caso del que se cumplen seis años de ocurrido, entre ellos encontrar al autor material del homicidio.

El cuerpo de Natalio Alberto Nisman fue hallado sin vida pasadas las 22 del 18 de enero de 2015, un domingo en el que el fiscal no había dado señales ni respondido a las llamadas que su entorno más cercano le hizo durante todo el día.

Fue su madre, Sara Garfunkel, acompañada por una amiga y dos de los custodios que tenían a cargo la seguridad del funcionario judicial, quienes ingresaron al departamento del piso 13 del edificio Le Parc, en el barrio porteño de Puerto Madero, y se encontraron con el cadáver de Nisman en el baño de su habitación.

El cuerpo yacía con un disparo de bala en la cabeza y a su lado había una pistola Bersa calibre 22, el arma que le había facilitado el día anterior el perito informático Diego Lagomarsino, un estrecho colaborador del fiscal quien además está procesado como partícipe necesario del asesinato que la Justicia ya tiene acreditado.

En su fallo del 1º de junio de 2018, la Cámara Federal sostuvo que el fiscal especial del caso AMIA fue “asesinado” y que su muerte fue “directa consecuencia” de la denuncia que le hizo a la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado contra la sede de la mutual judía.

El fallo fue dictado por la Sala II del tribunal de apelaciones, firmado por el camarista Leopoldo Bruglia y Martín Irurzun, los únicos dos magistrados que integraban entonces la Cámara Federal porteña.

La causa está ahora en manos del juez federal Julián Ercolini, con la investigación del fiscal Eduardo Taiano. Se encuentra todavía en proceso de instrucción a la espera de pruebas que permitan echar algo de luz sobre el o los posibles autores del homicidio, y el móvil.

Además de Lagomarsino, hay otros cuatro procesados y camino al juicio oral en la causa, y se trata de cuatro de los policías que integraban la custodia de Nisman. Armando Niz y Luis Miño, quienes estaban ese domingo asignados al cuidado de Nisman, por el delito de encubrimiento de un homicidio. Mientras que a Rubén Benítez y Néstor Durán los acusan de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Llamadas entre espías cuando el fiscal ya estaba fallecido

La Justicia sospecha que puede encontrar respuestas en la red de espías que operaban en aquellos tiempos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), ahora llamada Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ya que Nisman tenía contacto muy fluido con muchos de ellos, en especial con Antonio “Jaime” Stiuso, el agente más poderoso en los años del kirchnerismo.

Por ello, la Justicia perita los contactos entre 89 espías que hablaron entre sí el domingo que Nisman apareció muerto, el 18 de enero de 2015, cuando ya había fallecido pero en teoría nadie lo sabía.

Fueron llamadas realizadas durante once horas, entre las 11 de la mañana (que además fue cuando los custodios Niz y Miño se reportaron en la consigna como custodios de Nisman frente a las torres Le Parc, según figura en el expediente) y las 22.08, el momento en que el cerrajero del complejo de Puerto Madero abrió la puerta del departamento del piso 13, donde el fiscal llevaba ya casi un día sin vida.

Según informó la AFI a la Justicia, 64 de aquellos 89 agentes ya no trabajan allí: renunciaron al organismo en los meses siguientes a la muerte del fiscal.

El pasado 31 de octubre, se reveló que entre los agentes que más activos estuvieron aquel domingo hay dos mujeres. Una tenía asignado el equipo Nextel que se comunicaba desde la localidad de Martínez con varios de sus pares y con su jefe Fernando Pocino, el espía “de planta” que más confianza tenía con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El equipo era tomado por una antena que estaba a sólo 100 metros de la casa de Lagomarsino.

Esa mujer hizo 27 llamadas aquel domingo a otros agentes y a su jefe desde un lugar donde nunca había hablado antes ni lo haría después de ese domingo. La última de las comunicaciones fue a las 22.08.

La otra mujer espía estaba a cargo de un grupo operativo que actuó aquel día en Puerto Madero, donde durante esas once horas se supo de la inacción de los custodios oficiales de la Policía Federal asignados a la seguridad de Nisman por la que fueron procesados.

Los dos espías que no eran espías

El mismo informe presentado por la AFI a la Justicia respondió al pedido del fiscal Eduardo Taiano acerca de cuál era la «situación de revista» de los agentes que estuvieron hablando entre sí y reportando a sus superiores aquel día de trabajo inusual -un domingo de enero- para tanta cantidad de profesionales del espionaje.

Según la AFI, de los 89 agentes por los que se pedía información, sólo quedan activos en el servicio 23 (20 hombres y 3 mujeres), mientras que 64 de ellos (52 hombres y 12 mujeres) dejaron de trabajar en el organismo tras la muerte de Nisman.

Hay dos personas que no fueron identificadas aquel domingo 18 de enero de 2015 utilizando equipos de comunicación de la ex SIDE, pero la AFI informó que ninguno de ellos eran agentes de inteligencia, al menos registrados formalmente. Su identidad y qué hacían hablando con otros agentes con teléfonos oficiales cuando Nisman ya estaba muerto es otro misterio por desentrañar.

Las cuentas secretas de Nisman

Durante la investigación se descubrió que Alberto Nisman tenía una serie de bienes en Argentina y Uruguay a nombre de su madre, Sara Garfunkel, y una cuenta no declarada en los Estados Unidos con 600.000 dólares, cuya existencia fue revelada por la ex esposa del fiscal.

Lo llamativo es que entre los co-titulares de la cuenta figuraban, además de su madre y de su hermana Sandra, Diego Lagomarsino, el hombre que le dio el arma con la que murió. Según el informático, Nisman le pidió que fuera responsable de la cuenta para evitar que el fisco estadounidense se quedara con el 50% del dinero depositado si fallecía su madre.

 

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