Los populares alegan que Alberto Casero podría haber rectificado su voto de forma presencial y Batet le negó esa posibilidad
El Partido Popular, en labios de su portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida, ha acusado este viernes a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, de «mentir» sobre el voto del diputado ‘popular’ Alberto Casero en la reforma laboral y ha advertido de que el PP «agotará todas las vías» para esclarecer lo que denomina «fraude legal y democrático».
Las alegaciones del PP para sostener ese duro discurso son principalmente dos. En primer lugar, defienden que un letrado de la Cámara debería haber llamado por teléfono al diputado para confirmar su voto telemático. Por otra parte, aducen que Casero tenía derecho a cambiar el sentido de su voto ejerciéndolo presencialmente.
Además, el diputado extremeño del PP asegura que votó contra la reforma y que por un fallo informático el justificante reflejó la posición opuesta. Su partido dice que le cree y peleará por revocar el resultado final de la votación.
¿Es necesaria la llamada?
El voto telemático en el Congreso se instauró en 2012 cuando se reformó el Reglamento de la Cámara Baja en 2011 para cambiar los artículos 79 y 82 y permitir la votación no presencial con la autorización de la Mesa del Congreso en unos supuestos excepcionales como embarazo, maternidad, parternidad o enfermedad.
En este sentido, la Mesa del Congreso emitió entonces una resolución con ocho puntos en los que explicaba el procedimiento del voto telemático. En uno de esos puntos se hablaba de la necesidad de contactar por teléfono con los diputados que votaban de forma telemática.
Fuentes del Congreso afirman que tal llamada era solo para verificar la identidad del diputado y comprobar que no ha habido incidencias técnicas y niegan que se les preguntase si querían cambiar el sentido del voto.
Sin embargo, la llegada de la pandemia obligó a que la presidenta del Congreso anunciara el 12 de marzo la generalización del voto telemático que se amplió para todos los diputados con el fin de evitar la propagación del virus. Además, en dos resoluciones en marzo de 2020 y octubre 2021, el Reglamento se modificó eliminando la obligatoriedad de la llamada al entender que el actual sistema, de doble verificación, da suficientes garantías a sus señorías para acertar con el sentido de su voto.
Por tanto, el primero de los argumentos del PP parece flaquear.
Rectificar el voto presencialmente
Distinta es la cuestión sobre si un diputado puede rectificar presencialmente un voto emitido de forma telemática. Una resolución del Congreso de mayo de 2012 abre la puerta a que esto es posible si así lo autoriza la Mesa: «El diputado que hubiera emitido su voto mediante el procedimiento telemático no podrá emitir su voto presencial sin autorización expresa de la Mesa de la Cámara que, en el supuesto en que decida autorizar el voto presencial, declarará el voto telemático nulo y no emitido».
El PP alega que Casero se personó en el Congreso para pedir a la Mesa pode rectificar su voto y que Batet no lo autorizó. De hecho, nada más acabar la votación, la portavoz popular, Cuca Gamarra, tomó la palabra para decir que con carácter previo a la votación se había puesto de manifiesto a la Mesa un error informático en el voto de Casero, en virtud del artículo 72 del Reglamento del Congreso.
Batet le respondió: «Señora Gamarra, precisamente porque la Mesa es conocedora y ha podido analizar lo que usted me va a plantear, y es una cuestión técnica de decisión de la Mesa y no de tratamiento de pleno, no le voy a dar la palabra».
No obstante, señalan los populares, la Mesa no podía ser «conocedora» ni podía haber «analizado» la cuestión porque Batet no la había reunido. Esta circunstancia, de confirmarse, podría declarar nulo el voto telemático de Casero y, por tanto, forzar la repetición de la votación.
