miércoles, abril 24, 2024
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Los 11 políticos del PSOE asesinados por ETA

Recordamos a los socialistas muertos por atentados de la banda terrorista al hilo de la normalización que el Gobierno ha hecho de los pactos con Bildu

Si un hecho ha marcado la historia reciente —y, más que la historia, la memoria— de nuestro país en los últimos años, ese es sin duda el terrorismo de ETA. La banda terrorista nació con un objetivo político claro: la independencia de Euskal Herria (esa entelequia territorial que toma como propia a Navarra, un reino que data del siglo IX) del resto de España.

Para este fin, ETA no dudó en asesinar, extorsionar y aterrorizar a todo el que se le pusiera por delante. Esto hizo que en la mirilla de la banda entrasen militares, guardias civiles, policías, periodistas, jueces… y también políticos.

En este último grupo, el de los políticos, dos partidos destacan en la lucha contra ETA sencillamente por el número de muertos que pusieron encima de la mesa. Dejando al margen el caso de Unión del Pueblo Navarro, cuyos dos cargos públicos asesinados suponen un número proporcionalmente alto a la implantación del partido en el conjunto de España, PP y PSOE sufrieron en aquellos años de plomo la mayor parte de crímenes perpetrados por ETA.

Entre los asesinatos a políticos del Partido Popular que más permanecen en el imaginario colectivo figuran los de Gregorio Ordóñez, Miguel Ángel Blanco o Alberto Jiménez Becerril.

Sin embargo, hoy nos centraremos en los cargos y militantes del Partido Socialista. No es que su recuerdo sea más merecido, pero tal vez sí más necesario, cuando en los tiempos que corren el actual PSOE de Pedro Sánchez gobierna y aprueba presupuestos con los herederos políticos de los que antes mataban.

Así pues, a continuación recordamos a los once políticos del PSOE asesinados por ETA.

Germán González López

Natural del municipio avilés de La Horcajada, aunque residente en Zumaya (Guipúzcoa), Germán González había participado en la campaña del PSOE para la aprobación del Estatuto de Autonomía del País Vasco.

El día de la votación, en que el Estatuto salió adelante, González había estado en una mesa electoral como militante del Partido Socialista de Euskadi (PSE). Por ello, dos días después, un 27 octubre de 1979, un etarra se le acercó mientras accedía a su vehículo y le disparó siete tiros.

Los culpables, miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, fueron Jesús María Larzabal Bastarrica, Juan Carlos Arruti Azpitarte y Eugenio Barrutiabengoa Zabarte.

Germán González López.

Enrique Casas Vila

El 23 de febrero de 1984, tres días antes de las elecciones al Parlamento Vasco en las que Enrique Casas encabezaba la lista del PSE, dos etarras llamaron a la puerta de su casa. Uno de ellos, José Luis Merino, le pegó un tiro en la cabeza y otro en el cuello. Casas consiguió llegar hasta el cuarto de su hijo, donde acabó por desplomarse. Entonces, el terrorista le disparó trece veces más.

Se trató sin duda de un crimen electoral. Todos los partidos suspendieron aquel día sus actos de campaña, a excepción de Auzolan.

La sociedad civil quiso arropar a su viuda y a los cuatro hijos que Casas dejaba, pero no pudieron hacerlo en la catedral de San Sebastián. El arzobispo de la capital guipuzcoana, José María Setién, que en numerosas ocasiones mostró su connivencia con la izquierda abertzale, negó el permiso para que su funeral pudiera celebrarse en el templo del Buen Pastor.

Finalmente, el féretro fue transportado a hombros desde la Casa del Pueblo hasta la parroquia de Santa María, en la parte vieja de la ciudad.

Cortejo fúnebre de Enrique Casas.

Vicente Gajate Martín

Los años 80 fueron los años de plomo y también la época de los GAL. El Gobierno optó por combatir el fuego con fuego e impulsó el terrorismo de Estado. En represalia, ETA recrudeció su ofensiva contra las fuerzas y cuerpos de seguridad.

En ese contexto, el turno le tocó a Vicente Gajate, salmantino y policía municipal en Rentería (Guipúzcoa). Este militante del PSOE, casado y con dos hijos, volvía a su casa un día de octubre de 1984 cuando dos pistoleros le asaltaron junto a su coche y le dispararon varias veces. Un compañero policía, Pedro María Cuesta Garmendia, fue hallado cómplice del asesinato.

Vicente Gajate.

Fernando Múgica Herzog

Abogado de opositores antifranquistas e histórico dirigente del Partido Socialista de Euskadi, Fernando Múgica se retiró de la vida política en 1993. Este apartamiento de la vida pública derivó en que se le retirase la escolta que había llevado durante años, una circunstancia que aprovechó el Comando Donosti para acercarse a él en plena calle y descerrajarle un tiro en la nuca.

Su hijo José María se encontraba cerca del lugar de los hechos y, al oír el disparo, se acercó corriendo. De camino, se cruzó con los etarras, que le encañonaron mientras huían.

Fernando Múgica Herzog.

Fernando Buesa Blanco

De nuevo, ETA puso el ojo en uno de los primeros espadas del Partido Socialista de Euskadi y uno de los más críticos con la violencia de la banda. Fernando Buesa fue concejal en Vitoria, diputado en el Parlamento Vasco y portavoz del grupo, entre otros cargos dentro de la formación. Además, llegó a ser vicelendakari y consejero de Educación del Gobierno vasco, en el Ejecutivo de coalición que el PSE y el PNV mantuvieron entre 1991 y 1994.

El 22 de febrero del año 2000, Buesa caminaba por el campus de la Universidad del País Vasco en Vitoria cuando ETA accionó la carga de veinte kilos de explosivos de un coche bomba cercano. Perdieron la vida el político vasco y su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza.

El pabellón deportivo de la capital alavesa, donde juega el equipo de baloncesto Saski Baskonia, lleva el nombre de Fernando Buesa Arena en su honor.​

Atentado de ETA contra Fernando Buesa.

Juan María Jáuregui Apalategui

El socialista Juan María Jáuregui había formado parte durante su juventud de la oposición antifranquista y había mostrado su rechazo al Proceso de Burgos, en el que seis etarras fueron condenados a muerte (pena que se conmutó después por la cadena perpetua).

Jáuregui llegó a ingresar en ETA, en la corriente que abogaba por el fin de la violencia, para luego abandonarla y pasar por las filas del PCE, recalando finalmente en el PSOE.

En 1994, fue nombrado gobernador civil de Guipúzcoa a propuesta de la entonces secretaria de Estado de Interior y hoy ministra de Defensa, Margarita Robles. Desde ese momento se convirtió definitivamente en objetivo de ETA.

La banda, además, no llego a perdonarle que abandonara la organización. Por ello, a pesar de que, tras abandonar su cargo público, Jáuregui se fuera a vivir a Chile, ETA aprovechó una visita del expolítico a Tolosa (Guipúzcoa), con motivo de celebrar con su mujer sus bodas de plata, para asesinarle. Recibió dos disparos en la nuca mientras tomaba algo en compañía de un amigo, el periodista Jaime Otamendi.

Juan María Jáuregui junto a su mujer, Maixabel Lasa.

Ernest Lluch Martín

Intelectual, economista, opositor franquista, ministro… y símbolo. De su fecunda carrera, siempre se recordará de Ernest Lluch su intervención durante un mitin de las elecciones municipales celebrado el 3 de junio de 1999, en un momento en el que ETA había anunciado una tregua.

La plaza de la Constitución de San Sebastián acogía el acto del PSE pese a los gritos e insultos de los simpatizantes abertzales que llenaban el lugar. Lluch cogió el micrófono y se dirigió directamente a los que coreaban a ETA: «¡Qué alegría, qué alegría llegar a esta plaza y ver que los que ahora gritan antes mataban y ahora no matan! ¡Qué alegría! ¡No saben que han cambiado las cosas, no saben que han llegado la libertad y la democracia a este país! ¡No se enteran! ¡Gritad más, que gritáis poco, porque mientras gritéis no mataréis y es buena señal!».

Apenas año y medio después, el etarra José Ignacio Krutxaga asaltó a Lluch mientras accedía al garaje de su vivienda, en Barcelona. El terrorista le pegó dos tiros en la cabeza. Lluch murió en el acto.

Froilán Elespe Inciarte

El primer concejal socialista asesinado por ETA fue Froilán Elespe, muerto a manos de la banda un 20 de marzo de 2001. Un terrorista del Comando Donosti se le acercó mientras se tomaba un vino en el bar Sasoeta de Lasarte-Oria (Guipúzcoa) y le disparó dos veces en la cabeza.

Elespe, casado y con dos hijos, era primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Lasarte-Oria, además de responsable del área de Obras Públicas, Urbanismo y Gestión Municipal.

Froilán Elespe.

Juan Priede Pérez

En primera fila en el entierro de Froilán Elespe estuvo su compañero de partido Juan Priede, tal y como puede verse en la fotografía inferior. Un año y un día después del asesinato del primero, fue el turno del segundo.

Este concejal socialista en Orio (Guipúzcoa) fue acribillado por dos etarras que aprovecharon un momento en el que no se encontraba junto a su escolta.

En la caminata anual que unos días después la Diócesis de San Sebastián organizaba cada año a la basílica de Aránzazu, en Guipúzcoa, 10.000 jóvenes marcharon rezando por Priede, invitados por el entonces obispo, Juan María Uriarte. Era la señal de que buena parte de la sociedad en general y de la Iglesia vasca en particular mostraban ya abiertamente su rechazo a la violencia.

Juan Priede, durante el funeral de su compañero de partido Froilán Espe. ETA lo mató un año después.

Joxeba Pagazaurtundua Ruiz

La semana pasada se cumplieron 18 años del asesinato de Joxeba Pagazaurtundua, entonces jefe de la Policía Municipal de Andoain (Guipúzcoa). En una de las cartas que escribió poco antes de que ETA lo matara, ‘Pagaza’ escribió: «Si sigo así pronto estaré muerto. Ay! madre qué miedo tengo. He de salir a la calle y afuera esperan ellos, los que desean sangre. Ay! madre me han de matar y no puedo evitarlo».

Son palabras que forman parte del magnífico reportaje que el diario ‘El Mundo’ le dedicó hace unos días a la viuda de Joxeba, Estíbaliz Garmendia, y que evidencian que Pagazaurtundua sabía perfectamente que con su militancia (nada complaciente, por cierto) en el PSOE y con su desempeño profesional como policía —en uno de sus destinos ayudó a desmantelar un comando de ETA—, la banda le había incluido en su lista de la muerte.

A eso de las diez de la mañana del 8 de febrero de 2003, mientras desayunaba en el bar Daytona de Andoain, el etarra Gurutz Aguirresarobe Pagola se le acercó y le pegó cuatro tiros.

Joxeba Pagazaurtundua.

Isaías Carrasco Miguel

Dos días antes de las elecciones generales de 2008, ETA mató a un político por última vez en su historia. Se trataba de Isaías Carrasco, exconcejal del PSOE en Mondragón (Guipúzcoa). Después de los comicios municipales de 2007, Carrasco no había renovado su acta de edil y, al dejar de ser cargo público, renunció a su escolta policial.

Poco después de la una de la tarde del 7 de marzo de 2008, Carrasco salía de su casa en dirección a su puesto de trabajo, en el peaje de la autopista AP-1. En cuanto se subió a su vehículo, el terrorista Beñat Aguinagalde le asaltó y le disparó cinco veces. Carrasco murió poco más de una hora después en el hospital.

Isaías Carrasco.

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