viernes, marzo 29, 2024
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Las reliquias de Lepanto que España conserva 450 años después

Hoy en día se conservan varios objetos que se usaron en la famosa batalla naval, incluido el casco del almirante turco

Hace 450 años, la Liga Santa comandada por Juan de Austria venció al imperio otomano en Lepanto. Hoy, reliquias como la celada de Alí Pachá, que tuvieron un «valor propagandístico muy importante» para los Austria, cuentan la historia de esa cruenta batalla en la Real Armería del Palacio Real.

El rey Felipe II mandó comprar los trofeos de Lepanto y, en 1582, se incorporaron a la colección de la Real Armería la celada, la maza, la espada y la manopla que el almirante turco llevaba en la batalla, así como cuatro estandartes de crin de caballo coloreadas que, según Álvaro Soler, el conservador de la Real Armería, eran insignias de rango «muy características de los turcos».

Celada que el almirante de la flota turca, Ali Pachá, llevó durante la batalla de Lepanto. Foto: Real Armería.

Unos objetos que, en el espectacular y no muy conocido museo de la Real Armería son un ejemplo de la «parafernalia» de las batallas de antes y la riqueza de los elementos defensivos.

Por ejemplo, de la celada, a la que le faltan la orejeras, se sabe, por un inventario del siglo XVI, que iba decorada con rubíes, esmeraldas, diamantes y turquesas, y además tenía grabados versos del Corán e inscripciones árabes por la victoria.

El día de la batalla, el almirante turco iba «ricamente vestido» con un caftán de seda, también con versos del Corán bordados en hilos de oro. En cambio, no hay descripciones de cómo iba Juan de Austria, pero «también iría bien vestido» y tendría otra armadura para después de la batalla, en caso de que ganase, cuenta Soler.

Las banderas de la batalla

Junto con las piezas que se conservan actualmente en la Armería, ingresaron también en la colección 42 banderas, 10 de las cuales colgaban en la galera real de Juan de Austria y el resto eran de procedencia turca.

Estas enseñas permanecieron en la Armería hasta que, en 1616, se dio la orden de trasladarlas a la catedral de Toledo, el lugar que, según Soler, recogía los grandes triunfos de la monarquía, y donde todavía se conservan algunas de ellas. Y otras enseñas más pequeñas se conservan en el museo de Santa Cruz, también en Toledo.

Banderas de Lepanto, en la catedral de Toledo.

Un paseo por la imponente Real Armería sirve hoy para recordar una sangrienta batalla que frenó el avance del Imperio Otomano y de la que este jueves se cumplen 450 años. Murieron más de 7.000 soldados cristianos (por unos 40.000 turcos) y otros 14.000 resultaron heridos, el más famoso, Miguel de Cervantes.

Fuente: EFE.

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