viernes, abril 19, 2024
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La UE muestra su preocupación por la crisis entre Kosovo y Serbia y exige a ambos una solución

La normalización de relaciones es una condición para cualquier eventual entrada de los dos países en la UE

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, expresó este miércoles en Pristina «la profunda preocupación» por la tensión en la frontera entre Kosovo y Serbia y pidió ambos países negociar una solución con ayuda de Bruselas.

«Es vital que Kosovo y Serbia normalicen sus relaciones. Estoy muy preocupada por la crisis», declaró en rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti.

Von der Leyen pidió la desescalada del nuevo conflicto, en el que ambos países han reforzado su presencia militar en la frontera, y aseguró que la única vía es el proceso de diálogo, iniciado en 2011 con la mediación de la UE, para normalizar las relaciones, y que apenas ha avanzado debido a las constantes crisis y choques.

Serbia y su exprovincia Kosovo, que declaró unilateralmente su independencia en 2008, celebran este miércoles una reunión de sus equipos negociadores para tratar de solventar la nueva crisis, que estalló el pasado día 20 cuando Pristina prohibió la entrada a su territorio de vehículos con matrículas serbias.

Varios cientos de serbios, la población mayoritaria en el norte de Kosovo, cortaron las carreteras, lo que elevó la tensión con las fuerzas especiales de la policía, armadas con blindados, enviadas a la zona.

Serbia respondió elevando el nivel de alerta militar y mandando tropas y aeronaves a la zona.

Belgrado asegura que la medida impuesta por Pristina viola los acuerdos para la normalización de sus relaciones y denuncia que Pristina incumple otras medidas sin que la UE reaccione.

Pristina, a su vez, señala que la prohibición responde a una medida similar aplicada por Serbia a los vehículos con matrícula kosovar.

Von der Leyen indicó que su mensaje a Belgrado, adonde se trasladará este miércoles mismo, será también que hay que dialogar.

«No se trata solo de las matrículas. Se trata de cómo la región avanzará y si seremos capaces de caminar juntos por la senda de integración y los valores europeos«, dijo.

La normalización de relaciones es una condición para cualquier eventual entrada de los dos países en la UE.

La presidenta de la CE ya estuvo el martes en Albania y Macedonia del Norte, y seguirá por Montenegro, Serbia y Bosnia y Herzegovina, en una gira para preparar la cumbre entre la UE y los Balcanes que se celebrará en Eslovenia el 6 de octubre para hablar de la perspectiva europea de esos países.

Fuente: EFE

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