viernes, abril 19, 2024
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La pandemia y la democracia centran los discursos de los líderes latinoamericanos en la ONU

Algunas intervenciones criticaron la situación de los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua

La pandemia del coronavirus y la golpeada democracia centraron los discursos, algunos más polémicos que otros, de los siete líderes latinoamericanos que intervinieron este martes en el comienzo de la Asamblea General de la ONU.

El primero en hablar tras el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que entró en EE.UU. sin estar vacunado contra el covid-19, y que defendió ante la Asamblea sus habituales argumentos sobre la pandemia. «Apoyamos la vacunación» pero no el «pasaporte sanitario», manifestó.

El discurso de su homólogo chileno, Sebastián Piñera, también se enfocó en el virus pero para lamentar que la vacunación sea tan desigual en todo el mundo; eso sí, sin olvidar que su país es un ejemplo global al ser uno de los que más ha avanzado contra la pandemia, con casi el 90% de la población objetivo inmunizada y más de 2,6 millones de terceras dosis administradas.

«Con la vacunación triunfó la ciencia. Sin embargo, fracasó la política» porque «mientras algunos países cuentan con dosis para vacunar varias veces, hay otros que no tienen la protección mínima», se quejó el mandatario.

Un punto de vista en el que coincidió el peruano Pedro Castillo, quien planteó ante la Asamblea un acuerdo mundial con los dueños de las patentes de las vacunas anticovid para garantizar su acceso universal «sin discriminación ni privilegios». «Sería muestra de nuestro compromiso con la salud y la vida de todos los pueblos», afirmó Castillo durante su primera intervención ante las Naciones Unidas.

Llamada a la democracia en Venezuela y Nicaragua

La democracia, amenazada en los últimos años en la región, fue otro de los ejes de las intervenciones latinoamericanas en la ONU.

«El fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano y debe ser el propósito de la acción internacional», indicó el presidente colombiano, Iván Duque, sobre el diálogo que se desarrolla en México entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana.

Duque precisó que, aunque hay esperanza, no hay que ser «ingenuos» pues solo «la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial libre» frenará «la peor crisis migratoria que golpea al planeta», en alusión a los 5,6 millones de venezolanos que han emigrado en los últimos años, 1,8 millones de los cuales están en Colombia.

Otra denuncia en ese sentido la hizo el mandatario costarricense, Carlos Alvarado, quien enfatizó en su «profunda preocupación por la situación de derechos humanos en Nicaragua».

Según manifestó, angustia «el encarcelamiento de opositores políticos, periodistas y estudiantes», por lo que hizo una llamada para que «la institucionalidad democrática, el respeto, la promoción de los derechos humanos, la libertad de expresión y de prensa tengan todas las condiciones en este hermano país» debido a que, a su juicio, la paz «debe ser la constate en Centroamérica».

Precisamente, en otra parte de su intervención Piñera lamentó que la región esté inmersa en «el virus del populismo» ya que las democracias han experimentado un «proceso de progresivo deterioro», en donde «la principal amenaza viene de Gobiernos electos, con legitimidad de origen, que maniobran para mantenerse en el poder».

Por ello, dijo confiar en que la nueva constitución que se redacta en Chile encauce la crisis social que comenzó en 2019 «mejorando y corrigiendo todo aquello que deba ser enmendado» e incorporando «mayor equidad y justicia social».

Fuente: EFE.

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