jueves, abril 25, 2024
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La OTAN planta cara a «regímenes autoritarios» como Rusia o China

«Hay fuerte convergencia entre los aliados» frente a las amenazas para la seguridad que representa el refuerzo militar de China, indicó Stoltenberg

Los líderes de la OTAN concluyeron su cumbre de este lunes en Bruselas con la determinación de plantar cara a las amenazas procedentes de «regímenes autoritarios» como Rusia o China, indicó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

«Hay fuerte convergencia entre los aliados» frente a las amenazas para la seguridad que representa el refuerzo militar de China, indicó Stoltenberg en una rueda de prensa al término del encuentro, en la que aludió igualmente a la «agresividad» de Rusia, refiriéndose a ambos países como «regímenes autoritarios». 

La OTAN dice que la acción «agresiva» de Rusia es una amenaza a la seguridad

La OTAN afirmó que las acciones «agresivas» de Rusia «constituyen una amenaza a la seguridad Euro-Atlántica» y aseguró que «en las circunstancias actuales» el conflicto en Ucrania es «el primer punto» en la agenda de la Alianza Atlántica.

«La reciente escalada militar masiva y las actividades de desestabilización en y alrededor de Ucrania han incrementado aun más las tensiones y socavado la seguridad», dijeron los 30 líderes de la OTAN en las conclusiones de la cumbre que celebraron hoy en Bruselas.

Los aliados reiteraron una vez más su condena a la anexión «ilegal» de Crimea en 2014 y pidieron a Moscú que «retire» sus tropas en el este de Ucrania y que deje de restringir la navegación en el mar Negro y de impedir el acceso al mar de Azov, como lleva haciendo desde abril.

Recordaron que Rusia es uno de los firmantes de los acuerdos de paz de Minsk y dijeron que «cómo tal tiene una gran responsabilidad» y en este sentido pidieron al Kremlin que deje de «alimentar» el conflicto con su apoyo militar y financiero a las tropas en el este de Ucrania.

La OTAN pone a China en el punto de mira mientras prepara su modernización

La OTAN situó a China claramente como una amenaza para su seguridad durante la cumbre, en la que apostó también poner en marcha un proceso de adaptación para mejorar su respuesta ante desafíos como la agresividad de Rusia, los ciberataques o el cambio climático.

«Todos los líderes acordaron que, en una época de competencia global, Europa y Norteamérica deben permanecer juntas en la OTAN. Para defender nuestros valores e intereses», declaró el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de la reunión, en la que los aliados dieron la bienvenida a Joe Biden como presidente de Estados Unidos.

Agenda de cambios para 2030

El otro gran tema de esa cumbre fue la aprobación de un proceso de reformas para que la Alianza aborde con más garantías nuevos retos. Para ello, decidieron reforzar las consultas transatlánticas en la OTAN como foro político y reafirmar el compromiso de 2014 de gastar el 2% del PIB en defensa para 2024, un objetivo del que aún están lejos.

También se comprometieron a desarrollar «objetivos de resiliencia» y «metas nacionales concretas» para proteger infraestructura crítica. A fin de mejorar en el plano tecnológico, acordaron impulsar un Acelerador de Innovador en Defensa para el Atlántico Norte, que pretende rebajar la brecha entre aliados mediante la colaboración con empresas emergentes, la industria y universidades, y poner en marcha un fondo de innovación.

Para salvaguardar el orden internacional basado en normas, la OTAN reforzará sus asociaciones en la región Asia-Pacífico con Japón, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur, y buscará nuevas relaciones con países de Latinoamérica, África y Asia, además de profundizar en su relación con la Unión Europea.

Por otra parte, acelerará la formación militar que presta a socios como Ucrania, Georgia, Irak o Jordania, y se compromete a afrontar el impacto en la seguridad del cambio climático, para lo que establecerá «objetivos concretos» que contribuyan a alcanzar la meta de «emisiones netas cero» para 2050.

Finalmente, la Alianza desarrollará un nuevo concepto estratégico para 2022 -año en el que los líderes aliados celebrarán su próxima reunión en España-, en el que reflejarán las nuevas amenazas a las que se enfrentan.

Para alcanzar esas ambiciosas metas los aliados incrementarán y combinarán los tres presupuestos de la OTAN: militar, civil y de infraestructuras.

Los líderes acordaron hoy también una nueva política de ciberdefensa que tiene en cuenta la permanente amenaza a la que se ve sometido el ciberespacio y la necesidad de capacidades técnicas, consultas políticas y planificación militar para hacerle frente.

Retirada de Afganistán

La cumbre permitió a los aliados abordar la salida prevista de sus tropas de Afganistán para septiembre, tras 20 años de presencia militar en el país asiático a raíz de los atentados de Al Qaeda en territorio estadounidense.

Los líderes reafirmaron en todo caso su compromiso de seguir formando y financiando a las fuerzas e instituciones afganas, y de garantizar fondos para el funcionamiento del aeropuerto internacional en Kabul.

Stoltenberg dijo que Turquía «juega un papel clave en esos esfuerzos» pero que por el momento siguen trabajando en cómo se efectuará ese apoyo. 

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