jueves, marzo 28, 2024
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La OTAN culmina la cumbre en Madrid con Rusia como principal amenaza: «Estamos dispuestos a proteger a todos los aliados»

Estos dos días han servido para aprobar el nuevo concepto estratégico que guiará a la organización transatlántica en la próxima década

La Alianza Atlántica ha cerrado este jueves la cumbre que ha sacado adelante su estrategia para los próximos diez años, en la que garantiza que defenderá «cada centímetro» del territorio de todos sus socios y que ha pasado de considerar a Rusia como socio estratégico a su mayor amenaza.

La segunda y última jornada del encuentro que ha reunido durante dos días a una treintena de mandatarios ha arrancado a las 8:30, cuando han llegado a Ifema los jefes de Estado y de Gobierno que, una hora y media después, han participado en la ceremonia de firma de la Carta de Compromiso del Fondo de Innovación de la OTAN.

A las 10:30 ha comenzado la primera reunión del Consejo del Atlántico Norte a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. Tras esta, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha destacado que todos los líderes en su conjunto han decidido apoyar a Ucrania ante la «agresión» de Putin, al que le ha pedido que «retire las tropas inmediatamente».

Stoltenberg afirmó que “la guerra brutal del presidente Putin en Ucrania es absolutamente inaceptable y está causando mucha muerte y daño para el pueblo ucraniano”, a la vez que “tiene ramificaciones para todo el mundo, por el incremento en los precios de los alimentos”.

Al término de dos días de reunión de los jefes de Estado y de Gobierno aliados, Stoltenberg dejó claro que “esta crisis alimentaria no la ha causado las sanciones de la OTAN, sino la guerra de Putin”.

Stoltenberg reconoció que la situación puede “ir a peor, porque si esto se convierte en una guerra a gran escala entre Rusia y la OTAN, entonces veremos sufrimiento, daños, muerte, destrucción a una escala que sería mucho peor de lo que vemos en Ucrania hoy”.

“La OTAN tiene dos tareas: una es proporcionar apoyo a Ucrania; los aliados de la OTAN dan un apoyo sin precedentes a Ucrania, lo estamos acelerando y hemos acordado un paquete en esta cumbre; pero también tenemos una responsabilidad fundamental de evitar una escalada más allá de Ucrania”, comentó.

Por esa razón, aseguró, la OTAN no es parte del conflicto sobre el terreno. “Apoyamos a un socio altamente valorado como Ucrania, pero no somos parte del conflicto”, recalcó.

Preguntado por las amenazas de Moscú tras invitar la Alianza a Suecia y Finlandia a unirse al club transatlántico, dejó claro que “estamos dispuestos a proteger a todos los aliados, por supuesto también a Finlandia y Suecia (una vez se ratifique su adhesión), y estamos preparados para todas las eventualidades”.

Además, Stoltenberg ha agradecido a Pedro Sánchez la organización de la cumbre en Madrid y ha remarcado que la Alianza está «para proteger a todos los aliados contra todas las amenazas», en respuesta a una pregunta sobre si Ceuta y Melilla quedan cubiertas por el principio de defensa colectiva de la organización.

Nuevo concepto estratégico: Rusia

La cumbre de la OTAN arrancó este miércoles con el propósito de trasladar un mensaje de unidad y democracia ante las nuevas amenazas y se esperaba «crucial» por parte del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, y el anfitrión del encuentro, Pedro Sánchez; y «verdaderamente histórica» por la del presidente de EE. UU., Joe Biden.

Estos dos días han servido a los aliados, que sumarán a Finlandia y Suecia tras el desbloqueo al que han llegado ambos países con Turquía, para aprobar el nuevo concepto estratégico que guiará las políticas de la organización transatlántica ante los desafíos y amenazas en la próxima década y que sustituye al que alumbraron en Lisboa en 2010.

Hace 12 años, la OTAN reconocía a Rusia como un socio estratégico; sin embargo, el texto nacido en Madrid con la guerra de Ucrania como telón de fondo señala a este país como la «más significativa y directa amenaza» para la seguridad de los aliados y la paz y la estabilidad en el área euroatlántica.

«La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica”, recalca.

Con un ojo en el flanco sur, como pedía España

Pero, además de la Rusia de Putin, la OTAN está decidida a «preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados ante cualquier agresor». «En un contexto de competencia estratégica -afirma-, mejoraremos nuestra conciencia global para conseguir disuadir, defender y responder en todos los territorios en línea con nuestro objetivo de los 360 grados«, reza la estrategia.

Según fuentes españolas, este supuesto ha sido incorporado a instancias de nuestro país. El Gobierno de Pedro Sánchez afirmaba estar convencido de que en caso de una amenaza a la integridad territorial de España en las ciudades de Ceuta y Melilla, recibiría el auxilio de la Alianza.

También por primera vez, la OTAN ha incluido a la región del Sahel como una zona que «afecta directamente» a la seguridad de la OTAN y de todos sus aliados.

Uno de los mayores objetivos de España en esta cumbre era lograr una mayor atención al flanco sur y así lo pidió, con el resultado de que el Sahel es considerado, junto con Oriente Medio y el norte de África, como fuente de «conflicto, fragilidad e inestabilidad» y terreno fértil para «la proliferación de grupos armados, incluidas organizaciones terroristas».

A este mayor cuidado por el flanco sur contribuirá, en opinión del Gobierno, el aumento de destructores estadounidenses -de cuatro a seis- que trasladó el martes a Sánchez el presidente estadounidense, Joe Biden.

Lo hicieron en una reunión bilateral en la que ambos se comprometieron -en plena polémica por la reciente tragedia en la valla de Melilla en la que fallecieron al menos 23 personas, según Marruecos, y 37, según las ONG- a colaborar en un enfoque integral para la gestión de los flujos migratorios irregulares que garantice un trato justo y humano de los migrantes.

Madrid, acorazada

Fuera de la reunión organizada al milímetro, la ciudad de Madrid ha atravesado una de sus semanas más complicadas: la cumbre ha traído cortes intermitentes de tráfico, despliegues policiales sin precedentes -hasta 10.000 agentes han velado por la seguridad del encuentro- y el cierre de los museos del Prado y Reina Sofía para recibir a los ilustres invitados. Hasta las terrazas de la Plaza Mayor tuvieron que replegarse.

De otro lado, el tráfico dentro de la M-30 cayó este miércoles un 30% respecto a un día tipo normal, mientras que se registró el mayor índice de ocupación (85%) en una jornada de junio en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) desde 2019.

Hoy todavía «quedan horas difíciles y complicadas», en palabras del alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, ya que, una vez acabe esta histórica cumbre también para la capital, a eso de las 13 horas, las delegaciones aún tendrán que desplazarse al aeropuerto para regresar a sus países.

«Por tanto -apeló el alcalde, lo único que le puedo pedir a los madrileños es que sigan teniendo la misma paciencia, y sobre todo la misma generosidad, que están demostrando a lo largo de estos días. Que sigan teniendo esa ejemplaridad que tantas veces nos ha caracterizado como ciudad y que nos permite transmitir esta imagen al mundo».

Fuente: EFE

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