Tanto el periodista como su novia, Sofia Sapiega, permanecen en paradero desconocido desde que un vuelo en el que viajaban fue desviado a Minsk el domingo
Stepan Putilo, coordinador en Polonia de la disidencia bielorrusa, y los padres de Roman Protasevich, periodista y disidente detenido por las autoridades de Minsk, pidieron su liberación este jueves, aseguraron que está siendo torturado y reclamaron sanciones internacionales contra el régimen de Alexander Lukashenko.
Putilo, fundador del canal de Telegram opositor Nexta, y los padres de Protasevich hicieron un llamamiento a la comunidad internacional para que presione a Bielorrusia y libere al activista, que viajaba en un vuelo comercial desviado por Minsk, durante una conferencia de prensa desde la «Casa de Bielorrusia», sede en Varsovia de la oposición democrática bielorrusa.
«Desgraciadamente sabemos que Roman está siendo torturado, en el vídeo podemos apreciar heridas en su cuello y muñecas ocultas con maquillaje», dijo Putilo, refiriéndose a un vídeo de medio minuto que Minsk hizo público y donde se puede ver a Protasevich vistiendo ropa holgada y diciendo que le han tratado con corrección.
Natalia Protasevich, madre de Roman, aseguró que éste «ha sido claramente torturado, conozco sus gestos (…) su cara muestra que le han torturado».
Preguntado por Efe sobre si Protasevich gozaba del estatus de refugiado político en Polonia, Putilo respondió que desconocía cuál era exactamente su situación y agregó: «Por lo que yo sé, cambió de domicilio varias veces y no obtuvo ninguna protección cuando estaba en Varsovia«.
Putilo aseguró que él se siente «cien por cien seguro» en Polonia, «pero como pueden ver (Bielorrusia) haría cualquier cosa para detenernos», y añadió: «Hemos empezado a recibir más amenazas de las habituales y hemos pedido protección porque está claro que lo que hacemos es peligroso».
En paradero desconocido
El fundador de Nexta, perseguido por el régimen de Lukashenko por sus actividades contra el régimen, pidió «ayuda, protección y seguridad a Polonia» y afirmó que «sólo el aislamiento internacional y su reconocimiento como régimen terrorista pueden ayudar».
Los padres del activista detenido manifestaron su intención de acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, manifestaron su temor por el estado de salud de su hijo y pidieron la ayuda «de todos los periodistas, gobiernos y cualquiera con poder e influencia que actúen para liberarle».
El pasado domingo, el vuelo 4978 Atenas-Vilnius de Ryanair fue forzado a aterrizar en Minsk por orden de las autoridades bielorrusas, con la excusa de una amenaza de bomba.
Una vez en tierra, Roman Protasevich y su novia, la ciudadana rusa Sofia Sapiega, de 23 años, fueron detenidos bajo la acusación de actividades «extremistas» contra el régimen de Lukashenko y desde entonces se ignora su paradero.
La plataforma Nexta comenzó como un canal de YouTube creado por Putilo en 2015 para completar un proyecto académico mientras estudiaba cine en Katowice.
En 2018 publicó un video titulado «LukaSherlock», parodiando la supuesta resolución de un crimen por parte del mandatario bielorruso, fue acusado por Minsk de insultar al presidente y de infringir las leyes de derechos de autor.
Nexta, que fue dirigido por el propio Protasevich, desempeñó un papel destacado en las protestas que se extendieron por Bielorrusia en agosto, tras las elecciones que adjudicaron a Lukashenko un sexto mandato.
La plataforma se convirtió en el principal instrumento de coordinación e información de la disidencia del país y consiguió eludir la vigilancia del régimen utilizando redes sociales desde Varsovia con un equipo de solo cuatro personas.
El gobierno polaco ha manifestado su intención de elevar a los foros internacionales una petición de sanciones económicas contra Lukashenko y desde el viernes Polonia prohibirá el uso de su espacio aéreo a todos los vuelos operados por aerolíneas bielorrusas.
El G7 exige a Bielorrusia la liberación inmediata de Protasevich
Los ministros de Exteriores del G7 exigieron este jueves a Bielorrusia la liberación «inmediata e incondicional» de Roman Protasevich.
Los representantes de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, así como la Unión Europea (UE) condenaron «en los términos más enérgicos» la «acción sin precedentes» de Bielorrusia, en un comunicado conjunto.
El Gobierno de Minsk «puso en peligro la seguridad de los pasajeros y la tripulación» del vuelo de Ryanair, que había partido el domingo de Atenas, señalan los responsables de Exteriores del G7.
Su decisión de obligar a aterrizar a la aeronave cuando atravesaba el espacio aéreo bielorruso supone «un serio ataque a las normas que gobiernan la aviación civil», agrega el G7, que urge asimismo a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a abordar «este desafío a sus normas y estándares».
El grupo afirma además que la acción de Bielorrusia es «un serio ataque a la libertad de prensa» y pide a Minsk que libere no solo a Protasevich, sino a «otros periodistas y prisioneros políticos» encarcelados en el país.
Los ministros de Exteriores advierten asimismo que contemplan aplicar nuevas sanciones para que las autoridades bielorrusas «rindan cuentas» por sus acciones.
