viernes, marzo 29, 2024
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La hipocresía de Celaá: exdefensora del español y de la educación concertada

La aprobación de la ley Celaá ha generado muchas polémicas esta última semana. Miles de familias se manifestaron este domingo en coche por las principales calles de sus ciudades para decir no a la reforma educativa porque consideran que cercena la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos y atenta contra la pluralidad del sistema actual. Pero he aquí las circunstancias que hacen pensar si realmente la propia impulsora de la de ley Celaá se cree o no sus propias ideas:

La ministra de Educación escribió un artículo de opinión en un diario español en 2010 que decían: «Asumiendo que, si bien el euskera es la lengua específica del País Vasco, lengua propia es también el castellano, porque, ¿cómo no considerar lengua propia la lengua materna del 80% de los vascos?», de esta forma la entonces diputada autonómica del PSE defendía el español como vehicular en el País Vasco.

Pero ahí no queda todo, la actual impulsora de la Lomce, amplió la red de colegios concertados en Euskadi cuando era consejera de Educación. Durante su mandato y en los Gobiernos de coalición PNV-PSE posteriores se han autorizado 47 colegios concertados más. En el País Vasco la red concertada absorbe el 46% del alumnado.

Esta firme defensora de la educación pública pretende impedir la segregación por sexos en los centros sostenidos con dinero público y reducir la privilegiada posición de la asignatura de Religión. Todo ello a pesar del deseo de los padres porque, según ella misma dijo, “no podemos pensar de ninguna manera que los hijos pertenecen a los padres”. Sin embargo, la realidad es que ella decidió y llevó a sus hijas al Colegio Bienaventurada Virgen María-Irlandesas. Este centro escolar está considerado uno de los mejores y más elitistas de Bilbao, de carácter profundamente religioso. Y, por si fuera poco, es concertado y cuando estuvieron las hijas de Celaá, también era segregado. Básicamente, este centro representa todo aquello contra lo que lucha la ministra de Educación.

Pese a que el colegio Las Irlandesas sea concertado, se comporta como si fuera privado. Es estricto con la vestimenta, sin que nada se pueda salir del uniforme, con falda para ellas y pantalones para ellos. Hay una misa, por cada clase, cada dos semanas y, al menos dos veces al año, se celebra una misa conjunta en la que participa todo el colegio. Además, todas las mañanas, a las 9.00 horas, se reza una oración por la megafonía.

Y aún hay más… ahora sus nietas, siguiendo la tradición familiar, también cursan sus estudios en un colegio concertado religioso y bilingüe. Se trata de un conocido colegio religioso de Madrid subvencionado con fondos públicos que está participando activamente en la campaña que impulsa “Más Plurales”, que aúna a toda la concertada en España en contra de la ley Celaá.

En España, una de cada cuatro familias elige la concertada y, en Madrid, una de cada tres, entre ellas, la ministra y su familia. ¿Se creerá entonces Isabel Celaá su propia ley?

 

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