martes, abril 16, 2024
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La expansión del yihadismo en Sahel, principal amenaza terrorista para España

El Anuario del Terrorismo Yihadista recoge que en 2020 fueron detenidas en España 37 personas por su implicación en actividades y operaciones yihadistas, la mayoría en Madrid

La expansión de los grupos yihadistas por los países de la región del Sahel al trasladar el epicentro de su actividad desde Siria e Irak a esta zona del África subsahariana constituye una preocupación para el Gobierno de España al constituir actualmente una de las principales amenazas terroristas en Europa.

Así lo ha manifestado la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Cristina Gallach, en la presentación del Anuario del Terrorismo Yihadista, elaborado por el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo (OIET), un organismo creado por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE).

Cristina Gallach ha recordado que el terrorismo yihadista sigue siendo una de las graves amenazas para la seguridad global y para España en particular.

Ha añadido que el Anuario refleja que de los diez países que sufrieron en 2020 un mayo número de atentados siete se encuentran en el área del Sahel, «muy cerca de España».

La secretaria de Estado ha explicado que ello es fruto del movimiento de los grupos terroristas desde Siria e Irak hacia esta zona, ya que «Daésh ha remitido pero cada vez hay más redes yihadistas ubicadas en África», sobre todo en países del Sahel como Mauritania, Níger, Mali, Burkina Faso y Chad, aunque también en otros como Nigeria.

Ha comentado que existe gran preocupación también en zonas como el golfo de Guinea donde se teme que los grupos relacionados con la piratería puedan relacionarse con los yihadistas.

Gallach ha subrayado que para cooperar con los países afectados por esta «dinámica de expansión en la zona del Sahel» de los grupos terroristas España está colaborando para formar a sus fuerzas de seguridad y en labores de desarrollo en ámbitos como la agricultura, apoyo a mujeres y niñas y educación, para «robustecer» a la sociedad y prevenir así que no tenga lugar la captación yihadista.

Ha señalado que durante el periodo de pandemia del coronavirus COVID-19 se ha detectado un «crecimiento extraordinario» en la captación de yihadistas en redes sociales.

Según los datos del Anuario en 2020 se cometieron en el mundo 2.350 atentados yihadistas, lo que supone un aumento de más de un 50 por ciento respecto a 2019, que causaron 9.748 muertos, un 5 por ciento más que en el ejercicio anterior.

Análisis del panorama internacional

El director del OIET, Carlos Igualada, ha explicado que el hecho de que el número de fallecidos haya aumentado en un menor porcentaje que el de atentados se debe a que tras la derrota militar de Dáesh ya no hay tantas acciones indiscriminadas contra la población civil sino que el blanco principal de las mismas son las fuerzas de seguridad.

La mayoría de muertos, 3.959, se registraron en Afganistán, seguido de 1.463 en Nigeria, 799 en Burkina Faso, 624 en Mali, 380 en Níger, 355 en Camerún, 353 en Mozambique, 299 en Chad, 292 en Irak, 272 en Siria, 252 en Congo, 209 en Somalia, 148 en Pakistán, 72 en Egipto, 63 en Filipinas, 51 en India, 42 en Kenia, 26 en Tailandia, 20 en Tanzania, 12 en Costa de Marfil, 11 en Yemen.

Además, 8 en Libia y Argelia, 7 en Francia, 6 en Indonesia, 4 en Austria, 3 en Reino Unido y Túnez, 2 en Rusia y uno en Canadá, Bangladés, Alemania, Suiza y Marruecos.

Carlos Igualada ha destacado también que casi la mitad de los ataques terroristas sobre suelo europeo entre 2018 y la primera mitad de 2020 fueron cometidos por presos radicalizados o ya condenados previamente por su vinculación con el yihadismo.

A juicio de los autores del informe esto pone de manifiesto que es necesaria una revisión de los programas de desradicalización y de prevención del radicalismo implementados en los centros penitenciarios.

El Anuario recoge que en 2020 fueron detenidas en España 37 personas por su implicación en actividades yihadistas, 21 menos que en 2019.

Fueron arrestadas en 23 operaciones, la mayoría, siete, en Madrid, seguidas de cinco en Barcelona, dos en Alicante y Las Palmas de Gran Canaria y una en Zaragoza, Almería, Ciudad Real, Melilla, Tarragona, Valencia, Girona, Guipúzcoa, Toledo y Castellón.

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