Hasta 40 municipios se verían afectados por la limitación de la movilidad nocturna de 1 a 6 de la madrugada si la medida fuese ratificada por el TSJ autonómico
La Generalitat Valenciana ha vuelto a limitar las reuniones a un máximo de diez personas, tanto en el ámbito privado como público, y pedirá autorización al Tribunal Superior de Justicia para limitar la movilidad nocturna de 1 a 6 de la madrugada en aquellos municipios con mayor incidencia de covid-19.
Este viernes se presentará al TSJCV una resolución para solicitar el toque de queda «selectivo y acotado» a los municipios con mayor riesgo epidémico, que ahora mismo serían alrededor de cuarenta poblaciones.
Según ha avanzado el president de la Generalitat, Ximo Puig, tras la reunión de la Interdepartamental para la Prevención y Actuación ante la covid-19 de la Generalitat, el Gobierno valenciano quiere «llegar al límite de sus competencias» y «no tener una actitud contundente ahora»; eso, ha dicho, «nos podría arruinar los próximos meses, por eso no hacerlo sería irresponsable».
Además, la Comunidad Valenciana limitará el ocio nocturno a partir de este sábado y solo podrá abrir en las condiciones de los bares y cafeterías, que adelantan media hora su cierre, de la 1.00 a las 00.30 horas.
Puig ha avanzado que estas medidas entrarán en vigor la medianoche del viernes al sábado y permanecerán hasta el 25 de julio, y ha alertado de la «explosión» de los contagios entre los jóvenes, especialmente en la franja de edad entre 20 y 29 años, en la que se ha triplicado la incidencia en los últimos nueve días.
Por último, los botellones serán considerados falta grave en el decreto ley del Régimen Sancionador de la Comunidad Valenciana, y así lo aprobará el pleno del Consell este viernes.
Para impedir que se puedan realizar botellones, además de esta medida, el Consell modificará la Ley de Sanidad de 2014 para reducir el horario de la venta de alcohol y fijarlo hasta las ocho de la tarde, dos horas antes que ahora.
Ximo Puig ha avanzado que este viernes pedirán en una reunión con la Delegación del Gobierno y los municipios que las fuerzas y cuerpos de seguridad actúen con la máxima vigilancia para el control de estas medidas, con el objetivo de que «nadie pueda hacer botellones en la calle» y «el que lo haga, que le salga caro».
Con la modificación del decreto ley del Régimen Sancionador, los botellones pasarán a ser falta grave, lo que conlleva un aumento de las sanciones, si bien Puig ha señalado que esta cuestión se concretará mañana cuando el Consell apruebe el cambio.
El presidente valenciano ha pedido a la sociedad que use la mascarilla, incluido al aire libre, porque es «un seguro de vida», y ha pedido a los jóvenes especialmente que sigan siendo responsables por ellos mismos, por responsabilidad y por solidaridad, puesto que se puede ser asintomático y contagiar.
Ha reconocido la imagen positiva que ha dado la juventud durante toda la pandemia pero ahora «hay que cambiar el chip». «La fiesta de una noche puede tener una resaca toda la vida», ha manifestado.
También se ha dirigido a las madres y padres para pedirles que actúen con responsabilidad para proteger a sus hijos y los hijos de los demás.
Fuente: EFE
