El SEPE no incluye en su definición de desempleado a más de 640.000 españoles que buscan un puesto de trabajo, una cifra que ha aumentado en un tercio a lo largo de la pandemia
La cifra de parados que reconoce el Gobierno a fecha de noviembre de 2020 se sitúa en los 3.851.312 desempleados. Desgraciadamente, sin embargo, la realidad del mercado laboral español es más preocupante de lo que admite el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Y es que a esta estadística oficial, que muestra que el paro ha subido en casi 600.000 personas a lo largo de este año, hay que sumarle a otros dos grandes grupos de población que tampoco trabajan.
Por un lado, los datos del Ministerio de Trabajo no incluyen a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que han aumentado más de un 24%, hasta 746.000 personas. Si bien estos trabajadores perciben parte o la totalidad de su sueldo mientras sus empresas se recuperan de los estragos provocados por la crisis económica, lo cierto es que sobre muchos pende una espada de Damocles a la espera de lo que se alargue esta coyuntura.
Pero, tal y como informa Vozpópuli, existe otro grupo de trabajadores que no figura en las estadísticas oficiales de desempleo y que, sin embargo, se encuentran buscando un puesto de trabajo. Su número ronda los 640.000 y en esta nómina de ciudadanos, que está al alza en los últimos meses, se incluye a los que buscan empleo con «disponibilidad limitada» (por ejemplo, por buscar un puesto que pueda desempeñarse a través de teletrabajo), a los que están realizando uno de los cursos de formación que ofrece el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) o a quienes reciben un subsidio agrario y trabajan 20 días por año.
El número de trabajadores que se incluyen en alguna de estas tres categorías ha crecido un tercio en estos meses de pandemia, lo que da una idea más exacta sobre la destrucción del tejido laboral en España debida a la pandemia. La cifra oficial reconocida por el Gobierno sumada a estos 640.000 demandantes de empleo dibujaría un panorama de 4,5 millones de parados, lo que supondría volver a niveles de paro de 2011.
