viernes, abril 19, 2024
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‘Je suis prof’: el nuevo emblema contra el terrorismo yihadista en Francia

Francia volvió a sumirse en el terror yihadista el pasado viernes, cuando Samuel Paty, profesor de Historia y Geografía, fue decapitado a plena luz del día por haber enseñado en clase unas caricaturas de Mahoma. El suceso se produjo sobre las cinco de la tarde en Conflants-Sainte-Honorine, una zona residencial al noroeste de París.

El docente trabajaba en una escuela secundaria. Además de las asignaturas de Historia y de Geografía, se encargaba también de la educación cívica. Varios padres de alumnos denunciaron el pasado 5 de octubre que el maestro había mostrado caricaturas de Mahoma en clase, cuando se trataba el tema de la libertad de expresión.

La iniciativa del profesor suscitó controversia en el colegio y habría recibido amenazas. El docente, de 47 años y con un hijo, pidió a los alumnos musulmanes que se identificaran por si querían abandonar el aula. Un padre del colegio se quejó y el profesor admitió un error de planteamiento.

El autor del crimen fue identificado como Abdullah Anzorov, un refugiado ruso de origen checheno de 18 años con antecedentes policiales. Anzorov, que no era alumno del centro, publicó en Twitter una foto de la cabeza de su víctima con el siguiente texto: «En nombre de Alá he ejecutado a uno de esos perros del infierno que osó mofarse de Mahoma». En el mensaje también había amenazas contra Macron, «el dirigente de los infieles».

El asesino fue localizado a unos 200 metros, en la vecina localidad de Eragny, donde residía. Portaba un cuchillo de cocina ensangrentado. La patrulla policial le abatió mientras Anzorov exclamaba «Alá es grande». La policía ha detenido también a once personas relacionadas con el caso, una de ellas menor de edad. Se trata de varios miembros del entorno del presunto asesino, así como el padre de una alumna del colegio, que colgó el vídeo en su cuenta de Facebook denunciando la iniciativa del docente. El modus operandi del ataque y la identidad de la víctima no dejan dudas del móvil yihadista.

Además, se investiga el papel que tuvo Abdelhakim Sefraoui, un conocido propagandista islamista, que acudió con el padre de la alumna a la directora del instituto donde trabajaba el profesor asesinado para exigir a la dirección del centro el despido del docente.

Sefraoui es conocido por los servicios de seguridad y los medios franceses por campañas que, bajo la defensa de los derechos palestinos, han adquirido tintes antisemitas y también han atacado a imanes musulmanes por su moderación.

El presidente francés, Emmanuel Macron, que acudió al lugar lo calificó de «atentado terrorista islamista» y llamó a «toda la nación» a unirse a los maestros para «protegerlos y defenderlos». Además, Macron se acercó al colegio y, tras hablar con los profesores, hizo unas declaraciones: «Uno de nuestros conciudadanos ha sido asesinado porque enseñaba la libertad de creer y de no creer». Llamó a la nación a «unirse a los docentes» y a hacer bloque frente al «oscurantismo y la violencia». «No pasarán», repitió varias veces.

Muchos han visto este atentado como un ataque a la escuela pública francesa, uno de los fundamentos de la República, de la laicidad, de la voluntad de integración entre comunidades, de los valores democráticos y de tolerancia. El ministro de Educación, Jean-Michel Blancher, dijo en un tuit que la República había sido atacada y habló del “asesinato innoble” de “uno de sus servidores”.

‘Je suis prof’, el nuevo desafío contra el terrorismo

Miles de franceses se concentraron este domingo por todo el país bajo el grito de ‘Je suis prof’ para rechazar el terrorismo islámico tras la decapitación del profesor. Francia repitió así el grito de solidaridad con las víctimas y de reivindicación de los valores democráticos. Las concentraciones fueron convocadas por organizaciones antirracistas y pacifistas, y apoyada por ‘Charlie Hebdo’, para rendir homenaje a Samuel Paty.

Un fuerte aplauso abrió a las 15.00 el acto en la plaza de la República de París, el lugar donde se rechazó el atentado de 2015 contra el semanario satírico ‘Charlie Hebdo’. Las concentraciones se celebraron también en muchas otras ciudades del país, como Marsella, Lyon o Lille.

‘Je suis prof’ fue el eslogan casi unánime de muchos de los asistentes, entre los que abundaban maestros y profesores para reivindicar la importancia de su profesión y defender la figura de la víctima, así como la necesidad del trabajo docente en la formación de los jóvenes en los valores democráticos. Además, bastantes personas llevaban alguna de las caricaturas de Mahoma que publicó Charlie Hebdo.

Equipados con la mascarilla, que era condición imprescindible para que el acto fuera autorizado, los miles de asistentes al acto de París guardaron un minuto de silencio en señal de duelo por la víctima y cantaron ‘La Marsellesa’.

Líderes políticos de todas las tendencias, entre los que destacó el primer ministro, Jean Castex, participaron a título privado en la concentración de París, a la que también asistieron musulmanes que denunciaban lo que uno de ellos definió como «barbarie islamista».

A principios de octubre, Macron pronunció un discurso, esperado desde hacía mucho tiempo, sobre la estrategia para combatir el “separatismo islamista”, ese intento de los musulmanes radicales de crear una sociedad aparte, con sus propias reglas. El presidente se mostró tajante con el extremismo, reconoció la responsabilidad del Estado en unas condiciones sociales difíciles en algunos barrios de grandes ciudades y admitió el lastre histórico del pasado colonial francés.

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