viernes, abril 19, 2024
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Irán endurece la represión en las universidades por las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini

El país vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico

Las autoridades iraníes han endurecido la represión en las universidades con la expulsión de estudiantes de facultades y residencias por su participación en las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini, además del arresto de un número indeterminado de universitarios.

Fuentes universitarias informaron que en las últimas horas se han producido numerosas expulsiones de estudiantes de universidades y de residencias estudiantiles en Teherán por su protagonismo en las movilizaciones que sacuden el país.

Además, varios centros universitarios vivieron fuertes choques con las fuerzas de seguridad.

Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico, unas movilizaciones protagonizadas por jóvenes en las que se pide el fin de la República Islámica.

Las movilizaciones han ido evolucionando desde su inicio, pero se ha mantenido una constante: las universidades han sido su epicentro.

Si bien ha habido intentos por controlar las facultades con inspecciones en las puertas de los centros para limitar quien entra y la presencia de efectivos antidisturbios en las universidades, la represión ha sido de alguna manera limitada, con algunas excepciones.

En la Universidad de Teherán se produjeron choques entre los alumnos y basijis, la milicia de voluntarios fiel a la República Islámica.

«Basiji, guardias revolucionarios, vosotros sois nuestro ISIS«, clamaban los estudiantes.

Horas antes, los estudiantes masculinos y femeninos de esa universidad comieron juntos en los espacios abiertos del centro para protestar por la política de segregación por sexo que impera en el país.

Por la noche, la residencia de estudiantes de ese centro de Teherán fue «atacada» por policías de paisano, según activistas, y se produjo un número indeterminado de arrestos.

La represión contra las universidades comenzó poco después de que el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hosein Salamí, advirtiese el sábado a los jóvenes que protestan que el viernes era el último día de los disturbios y les pidió que no salgan a la calle para no arruinar su futuro.

«Hoy es el fin de los disturbios. No salgáis a la calle más«, dijo el líder de la poderosa fuerza de elite, cuya misión es salvaguardar el sistema teocrático de la República Islámica.

Mientras tanto, las agencias de inteligencia de Irán han afirmado que las protestas están siendo fomentadas por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) con la cooperación de los servicios de inteligencia de Reino Unido, Israel y Arabia Saudí.

Las protestas por la muerte de Amini están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de «¡Mujer, vida, libertad!» que lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.

Al menos 108 personas han muerto y 12.500 han sido detenidas en las protestas, según la ONG con sede en Oslo Iran Human Rights.

Además, la Justicia iraní ha presentado cargos contra 1.019 personas en ocho de las 31 provincias del país por su participación en las protestas, y ayer comenzaron los primeros juicios en Teherán.

 
 
 
 
 
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Fuente: EFE

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