jueves, marzo 28, 2024
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Estados Unidos pide elecciones «libres, transparentes y pacíficas» en Bolivia

Los representantes del Gobierno estadounidense afirmaron que se han reunido con los principales candidatos a la presidencia con el fin de crear un ambiente de cordialidad y evitar enfrentamientos

Diplomáticos de Estados Unidos se han reunido personalmente con los tres candidatos que lideran las encuestas en Bolivia o con miembros de sus campañas, para pedirles que las elecciones del 18 de octubre sean «libres, justas, transparentes y pacíficas».

«Nos hemos visto con los tres candidatos o con miembros de alto rango de sus campañas», reveló un funcionario del Departamento de Estado al ser preguntado durante una rueda de prensa telefónica.

Los bolivarianos elegirán a su nuevo presidente este 18 de octubre después de la salida del poder de Evo Morales en noviembre de 2019, que lo ha denunciado como un “golpe de Estado” y ha mantenido al país durante cerca de un año con un Gobierno interino. Incertidumbre y temor en Bolivia de cara a las elecciones generales de este domingo. Algunos bolivarianos han considerado abandonar el país por temor a una revuelta social por posible inconformidad de los resultados de este domingo. Todo esto sumado a la pandemia del Covid-19 están creando unas elecciones atípicas en este país.

Los bolivianos eligen en las urnas presidente, vicepresidente, 36 senadores, 130 diputados, 9 representantes supraestatales y otras 350 autoridades nacionales. Se trata de las primeras elecciones después de que Evo Morales fuera obligado a abandonar la Presidencia, después de casi 14 años en el poder. Ahora mismo el país se encuentra bajo el mando de un Gobierno interino comandado por Jeanine Áñez.

Reuniones secretas

En concreto, esa fuente indicó que Washington ha dialogado directa o indirectamente con el exministro Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, y el expresidente Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), que podrían ir a una segunda vuelta, así como con el exlíder cívico boliviano Luis Fernando Camacho, tercero en los sondeos.

El funcionario rechazó ofrecer detalles sobre quién había participado en esas conversaciones o dónde se produjeron y se limitó de declarar: «Prefiero decir de manera amplia que esos encuentros se produjeron en Washington y se produjeron en Bolivia. Algunas veces fueron cara a cara y, otras veces fueron virtuales debido a las condiciones de la COVID».

Quieren proteger a la gente

Otro de los funcionarios explicó que Washington está en contacto con sus socios internacionales para compartir información y velar por el desarrollo pacífico de los comicios en Bolivia, que en los últimos días ha sufrido decenas de incidentes violentos.

Además, el Gobierno interino de Jeanine Áñez y el MAS, se han acusado mutuamente de conspirar en contra de la celebración pacífica de las elecciones y de estar planeando altercados. «Hemos dejado claro a las partes que tienen la necesidad de proteger y defender el proceso y de proteger y defender a la gente», insistió uno de los diplomáticos estadounidenses.

Dispuestos a colaborar

Este mismo miércoles, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, prometió que su Gobierno trabajará con el líder que los bolivianos elijan de manera «libre y justa», lo que también incluye a Arce a pesar de las diferencias ideológicas con Washington, confirmó hoy uno de esos funcionarios.

En solo tres días, los bolivianos elegirán al nuevo presidente, vicepresidente, senadores y diputados, después de que las elecciones de octubre de 2019 fueran anuladas entre denuncias de fraude electoral a favor del entonces presidente Evo Morales, algo que siempre ha negado.

La puja por la Presidencia

La victoria de la Presidencia se centra principalmente entre el exministro de Economía de Morales y candidato por el partido Movimiento al Socialismo (MAS) Luis Arce, quien lidera las encuestas, y el segundo puesto de los sondeos lo ocupa Carlos Mesa, que, liderando el partido Comunidad Ciudadana, vuelve a intentar llegar al Ejecutivo.

La mayoría de las encuestas estiman que el MAS ganará los comicios en primera vuelta, pero no será suficiente para ocupar el Palacio Presidencial, para lo que es necesario obtener más del 50 % de los votos o una diferencia de diez puntos frente a su rival.

Se trata de las primeras elecciones que se celebran en Suramérica en tiempos de pandemia, y por lo tanto, se ha establecido una norma para evitar la concentración masiva de personas. La votación estará dividida en dos jornadas: de 8:00 a.m. a 12:30 a.m., para las personas cuyo número de identificación nacional termine en número par, y de 12:30 a las 5:00 p.m., para aquellos con número impar.

Un proceso electoral atípico

La pandemia no es el único factor que marca la diferencia con otras elecciones. El miedo, la tensión política y la escasez de productos es una realidad que está golpeando al país.

MAS ha amenazado con provocar un estallido social si “se registran irregularidades en los comicios”, según ha afirmado la propia organización.

Ante este panorama, los bolivianos que residen en las zonas más ricas de La Paz comenzaron a abastecerse de suministros esenciales y a esperar durante horas para comprar gasolina antes de las elecciones presidenciales. Temen que vuelvan a producirse enfrentamientos mortales como los ocurridos el año pasado. Algunos ciudadanos incluso llegaron a hacer extensas filas en las oficinas de migración para solicitar el pasaporte.

Salvador Romero, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), indicó que “las dificultades se presentan debido a la anulación de las elecciones presidenciales de 2019 en las que Evo Morales fue reelegido para un cuarto Gobierno consecutivo”.

La oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) lo denunció como fraude, alegaciones que aún están bajo investigación y son refutadas por el exgobernante. “Este es el proceso electoral más complejo de la historia de Bolivia”, afirmó Romero.

Morales también fue vetado de participar en las elecciones de este domingo, en las que pretendía aspirar al Senado. El Tribunal Constitucional rechazó su candidatura al señalar que “no cuenta con dos años continuos de permanencia en Bolivia previo a las elecciones” y que tampoco tiene domicilio en ese país. Sin embargo, la defensa del expresidente argumentó que Morales “nunca ha cambiado su lugar de votación” y “tiene su domicilio oficial” en un poblado de Cochabamba, lugar donde nació.

Muchos bolivianos critican a Morales por mantenerse en el poder durante mucho tiempo e intentar eludir los límites constitucionales, pero otros aseguran que fue derrocado en un golpe de Estado. Una situación que demuestra la polarización en el país que aviva las tensiones en una campaña amarga.

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