La derrota de los hombres de Luis Enrique (2-1) llegó a comprometer la supervivencia en Qatar 2022, pero Alemania ayudó a salvar los papeles al vencer a Costa Rica y caer eliminada
Cuánto duraban los partidos de Oliver y Benji, ¿verdad? Ese mundo es el que se le vino encima a España en Qatar, precisamente contra Japón. De un momento a otro, los hombres de Luis Enrique pasaron de ser dueños y señores de su último encuentro de la fase de grupos a verse por detrás en el marcador y, palabras mayores, fuera del Mundial. Así de descomunal fue el arrebato de furia nipón (y el costarricense ante Alemania) nada más arrancar la segunda parte: dos goles en tres minutos que pusieron patas arriba lo que ya parecía más que asentado… y gracias. Las que se pueden dar por estar en unos octavos de final que, de baratos que parecían, salieron muy caros.
Alemania ya pasó por este mal trago hace unos días. El aviso estaba ahí, pero nadie pareció advertirlo después de 45 minutos en los que los japoneses no fueron Super Saiyans. Tampoco España necesitó de ondas vitales, fusiones ni fanfarrias para ponerse por delante. Sólo le hizo falta “el que nunca hace nada” versión 2022: un Morata que ya ha dejado el meme atrás. Con sus tres goles en tres partidos señalando el camino, en la selección volvieron a tirar de empacho de balón sin apenas sobresaltos, en lo que parecía un dominio del encuentro más que calmado.
Ya hubo errores no forzados españoles en la primera mitad, que pasaron desapercibidos porque se quedaron en el susto. Pero el ascenso a toda una auténtica pesadilla esperaba justo a la vuelta de vestuarios. Cuando la defensa de la selección reventó en un mal saque de Unai Simón que Doan, previo robo a Balde, convirtió en un zapatazo inapelable desde la frontal. Cuando un gol de Tanaka muy controvertido por el protagonismo inmediatamente anterior de la línea de fondo en la jugada subió al marcador VAR mediante. 2-1 en un parpadeo y España cortocircuitada por completo.
El tiempo pasaba y la amenaza de infarto era muy real. Para mayor drama, el vaivén que también se dio en el Costa Rica – Alemania, que llegó a colocar a la selección virtualmente fuera de la Copa del Mundo durante varios minutos para el olvido. Casi que el alivio llegó más gracias a la remontada germana que a los méritos españoles, tocados en el día más oportuno. Clasificados finalmente como segundos de grupo, no habrá más derrotas que no cuenten: Marruecos espera el martes, ya sin ningún tipo de red salvadora.
