La ampliación de periodo de cómputo implica pensiones más bajas para los futuros pensionistas
El Gobierno prepara un documento sobre la reforma del sistema público de pensiones para enviar a Bruselas. El objetivo es garantizar la sostenibilidad del sistema, pero las consecuencias serán pensiones más bajas para los nuevos jubilados. José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha planteado la posibilidad de elevar el período de cálculo de la prestación por jubilación de los 25 años de cotización actuales a los 35 años en el futuro. Ampliar el periodo de cálculo de la pensión conlleva un recorte en la futura pensión en términos generales. Una medida a la que se han opuesto públicamente los ministros de Unidas Podemos y los sindicatos. El documento ha sido elaborado por el departamento que dirige Escrivá y explica que la reforma supondrá una rebaja media del 5,45% de las prestaciones por jubilación.
La propuesta supone un endurecimiento de la reforma de las pensiones realizada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, que estableció una ampliación progresiva del periodo de cálculo de los 15 años que se daba entonces a os 25 a los que se llegará en 2022. Actualmente se calculan con los últimos 23 años y el próximo serán 24, muy lejos de los apenas dos con que se calculaban en 1985.
La Seguridad Social tiene un déficit estructural equivalente al 1,5% del producto interior bruto, según el Banco de España. Existe una diferencia entre los ingresos y los gastos de unos 18.000 millones, pero que este año se elevará hasta los 25.000 millones por la pandemia.
El sistema público de pensiones español se basa en el reparto: los mayores cobran su jubilación gracias a las cotizaciones de los trabajadores. Esto puede convertirse en un problema cuando se jubile la generación del baby boom. Así, en 2050 se calcula que el número de pensionistas se eleva hasta los 15 millones, cinco millones más que ahora.
A pesar de este importante déficit y la crisis económica provocada por la pandemia, el Gobierno ha decidido revalorizar un 0,9% las pensiones para 2021 con el objetivo garantizar el poder adquisitivo. Este incremento supone que el gasto seguirá aumentando.
Asimismo, el número de pensionistas se ha incrementado en las últimas décadas debido a la mayor esperanza de vida. Además, los nuevos jubilados tienen prestaciones más altas que las personas que fallecen debido a que tienen un historial laboral más largo y con mejores salarios.
