Los socialistas han ofrecido «contrapartidas» a los parlamentarios expulsados de la formación verde, pero estos exigen el pin parental
Este miércoles a las 10.00 de la mañana ha arrancado el debate de la moción de censura que hace una semana presentaron de forma conjunta Ciudadanos y el PSOE contra el presidente murciano, el popular Fernando López Miras. Aunque lo previsible es que la votación no tenga lugar hasta este jueves, a esta hora el resultado de la moción todavía es incierto.
La iniciativa pareció perder todo su fuelle cuando tres diputados de Ciudadanos renegaron de su firma tras llegar a un acuerdo con el PP. A ellos se le ha sumado un cuarto parlamentario naranja, el presidente de la Cámara, Alberto Castillo, que ha anunciado que se abstendrá.
Sin embargo, la amenaza para el PP podría venir ahora, curiosamente, por la derecha. Y es que los tres diputados que fueron expulsados de Vox no han revelado aún el sentido de su voto y coquetean con la idea de tumbar el Gobierno de López Miras (para ello, bastaría con que dos se sumasen a la moción). «¿Tenemos que apoyar al PP porque son de derechas?», cuestionan en público.
A ello se suman las presiones desde el PSOE. Según publica ‘El Mundo’, los diputados independientes habrían sido contactados por los socialistas para tratar de atraerlos al apoyo de la moción. Las fuentes consultadas por el diario de Unidad Editorial llegan a hablar incluso de que se les han ofrecido «contrapartidas».
Lo que piden, eso sí, estos parlamentarios díscolos es la aprobación del pin parental, algo que parece difícil que el PSOE conceda. Pero, después de la última semana, poco podría sorprendernos en la escena política.
