La sesión estudiará cambiar los estatutos para permitir un tercer mandato del presidente del gigante asiático
La cúpula del Partido Comunista chino (PCCh) concluyó anoche en Pekín su último pleno para allanar el camino al XX Congreso Nacional que dará comienzo este domingo y en el que se espera que el actual secretario general de la formación, Xi Jinping, continúe como líder indiscutible del país.
El plenario aprobó oficialmente que la primera sesión del XX Congreso tendrá lugar el domingo, algo que ya se había anunciado anteriormente, y adoptó un informe de trabajo y uno disciplinario que el cónclave «examinará y deliberará» durante sus sesiones, que tendrán lugar la próxima semana a puerta cerrada. La sesión, recoge la agencia estatal Xinhua, anunció igualmente que la cita estudiará una enmienda a los estatutos del PCCh que podría acabar en un cambio de la Constitución interna de la formación para reforzar aún más la posición de Xi.
Según la fuente, el plenario destacó que «pese a afrontar una situación internacional compleja y desafiante», el Partido ha conseguido «garantizar nuevos e importantes logros» para «promover el desarrollo y mantener la estabilidad». «Los últimos cinco años desde el XIX Congreso Nacional (celebrado en 2017) han sido inusuales y extraordinarios», indicó la formación en un comunicado recogido por la agencia.
Según el PCCh, se han cumplido nuevas metas para completar su «misión histórica» de modernizar el país, y apuntan a que «con Xi como núcleo se ha conseguido unir y conducir» a la formación para «hacer frente eficazmente a la grave situación internacional y a una serie de enormes riesgos y desafíos».
El comunicado también hace hincapié en que el liderazgo de Xi «refleja la voluntad común del Partido», y destaca que «se ha logrado una victoria aplastante en la lucha contra la corrupción». En ese sentido, la sesión también aprobó la expulsión de Fu Zhenghua, Shen Deyong y Zhang Jinghua del PCCh, y la destitución del delegado Li Jia de su cargo.
En el XX Congreso, que se celebrará con un Pekín blindado y bajo fuertes restricciones para los periodistas debido a las duras medidas contra la covid impuestas por el país asiático, Xi espera encabezar de nuevo el Comité Permanente del Politburó, la cúspide del poder, para controlar el régimen con un tercer mandato quinquenal inédito entre sus predecesores.
El líder chino aspira de nuevo a que sus leales copen los principales cargos dentro del Estado, del Ejército y del Partido, al tiempo que se cuestiona si colocará entre los puestos más altos a un potencial delfín. El futuro de la estrategia de «covid cero» para controlar la pandemia podría estar también sobre la mesa, aunque ni las voces oficiales ni los expertos auguran cambios a corto plazo.
Un tercer mandato de Xi también levanta suspicacias entre quienes auguran «un empeoramiento de los derechos civiles y políticos, los cuales ya estaban gravemente restringidos, dado que las autoridades responden a las quejas con más censura, detenciones arbitrarias y represión«, denunció recientemente la ONG Human Rights Watch (HRW).
Fuente: EFE
