El líder de Unidas Podemos sorprendió este lunes con el anunció de que abandonaría el Gobierno y que su puesto lo ocuparía la ministra de Trabajo
El movimiento del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, de presentarse a las elecciones autonómicas en Madrid tiene muchas lecturas. La más evidente es precisamente esa, que el todavía vicepresidente segundo del Gobierno abandona el Ejecutivo para tratar de arrebatarle a Isabel Díaz Ayuso la presidencia de la región capitalina.
Sin embargo, el anuncio de Iglesias tiene otras implicaciones, algunas si cabe de todavía mayor calado. Y es que, en su comunicado de ayer, el candidato morado en Madrid dio un puñetazo encima del tablero político. Iglesias dejó la puerta abierta a su abandono del liderazgo en Podemos y señaló a Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, como su sucesora.
«Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta del Gobierno de España», dijo Iglesias, para añadir a continuación que Díaz será «candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales» solo «si [ella] así lo decide y si así lo quiere la militancia». Siempre hay que dejar un resquicio abierto por si Iglesias decidiera volver a la esfera nacional.
Las encuestas mandan
Si hay un elemento que marca la carrera de cualquier político, ni siquiera con la excepción de Iglesias, ese son las encuestas. Unidas Podemos ha visto cómo su presencia en el Gobierno, lejos de destacarlo en los sondeos, lo ha ido ahogando hasta llevarlo a su mínimo histórico, registrado en el barómetro del CIS publicado este mismo martes.
Pero hay otro dato que refleja el CIS que también contribuiría a explicar por qué Iglesias ha decidido dar un paso al lado y marcar el camino de la sucesión de Yolanda Díaz. Se trata de la valoración por parte de los ciudadanos. El Centro de Investigaciones Sociológicas suele preguntar por la nota que los españoles le dan a sus políticos y no hay más que fijarse en la última encuesta en que se preguntó por Iglesias y Díaz para ver la diferencia.
En el barómetro de enero de 2021, la actual ministra de Trabajo superó en nota al todavía vicepresidente segundo del Gobierno tanto para los votantes del Unidas Podemos como para los de PSOE y Más País. De hecho, Díaz aprueba e Iglesias suspende para los partidos rivales de Podemos en el entorno de la izquierda.
Para más inri, Iglesias ha recibido en el barómetro de marzo, publicado este martes, su peor nota personal en la serie histórica, con un 2,9.
Estos datos ha terminado de convencer a Iglesias para darle la alternativa a Díaz, de la que ya se hablaba desde hace tiempo como posible sucesora del que hasta ahora ha sido líder omnímodo de Podemos.
