El líder de EH Bildu ha sido encarcelado en cinco ocasiones, la última de ellas por el caso Bateragune, sobre el que el Tribunal Supremo ha ordenado la repetición del juicio
El Tribunal Supremo acordó este lunes por unanimidad que se celebre un nuevo juicio contra el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, por intentar reconstruir Batasuna a través del grupo Bateragune. Este hecho marca el último hito de la larga y complicada relación de Otegi con la Justicia.
A continuación, repasamos todas las ocasiones en que el dirigente abertzale ha sido requerido por los tribunales.
- Otegi ingresó en la cárcel por primera vez en 1987, después de ser condenado a seis años de cárcel por el secuestro del entonces responsable de Michelín en Vitoria, Luis Abaitua. Quedó en libertad provisional en 1990, tras cumplir la mitad de la condena.
- En 1989, fue absuelto del secuestro del exdiputado de UCD Javier Rupérez. Este no pudo reconocer a Otegi como uno de sus captores, por lo que la causa fue desestimada por falta de pruebas. La Fiscalía pedía para él 29 años de cárcel.
- Quince años después, en 2005, el líder de EH Bildu volvió a prisión condenado en el llamado caso de las ‘herriko tabernas’, entonces instruido por el ahora ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Otegi solo pasó dos días en la cárcel, hasta que pagó una fianza de 400.000 euros. Esta causa continúa hoy pendiente de juicio.
- Apenas un año después, Otegi volvió a prisión acusado de haber sido el «inductor» de los actos violentos de una huelga convocada por el fallecimiento de dos presos de ETA. Nueve días después, salió de la cárcel tras pagar 250.000 euros de fianza.
- En 2007, fue el delito de enaltecimiento del terrorismo el que llevó a Otegi de nuevo a la cárcel. Pasó catorce meses en prisión condenado por la Audiencia Nacional.
- En octubre de 2009 el juez decretó de nuevo su ingresó en prisión provisional tras ser detenido en el marco del caso Bateragune. El 16 de septiembre de 2011, la Audiencia Nacional le impuso una condena de 10 años de cárcel. Al revisar la sentencia, el Supremo rebajó la pena a 6 años, un fallo que más tarde avaló el Tribunal Constitucional; no así el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, que acabó dando la razón a los condenados al estimar que se vulneró el Convenio Europeo de Derechos Humanos por falta de imparcialidad de una magistrada que les juzgó.
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