El fiscal general libanés es hermano de la esposa de Zaiter, uno de los tres exministros recién imputados junto al primer ministro en funciones
El fiscal general libanés, Ghassan Oueidat, anunció este lunes que abandona la investigación sobre la explosión del 4 de agosto en Beirut después de que el juez encargado del caso imputase la semana pasada al exministro de Obras Públicas Ghazi Zaiter, cuñado de Oueidat.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó de que Oueidat no continuará como fiscal en las pesquisas por estar vinculado con uno de los cuatro imputados el pasado jueves por el magistrado Fadi Sawan, que les señala por presunta negligencia y por causar la muerte de más de 200 personas y heridas a más de 6.500.
El fiscal general libanés es hermano de la esposa de Zaiter, uno de los tres exministros recién imputados junto al primer ministro en funciones, Hasan Diab, y, por tanto, tal y como dicta la legislación, será sustituido en el caso por el procurador Ghassan al Joury, de acuerdo con ANN.
Además de Diab y el extitular de Obras Públicas, el juez Sawan imputó a los también exministros Ali Hasan Jalil y Yusuf Fenianos. Ni estos ni Ghazi Zaiter formaban parte del Gobierno que dimitió en bloque tras la explosión y está previsto sean interrogados entre este lunes y el miércoles. El primer ministro en funciones ha anunciado que no colaborará con la Justicia y ha negado su culpabilidad.
Poco después de la deflagración, el presidente del Líbano, Michel Aoun, reconoció que sabía de la existencia de una «gran cantidad» de nitrato de amonio almacenada en el puerto desde dos semanas antes de que se produjera la tragedia, aparentemente provocada por un incendio en un almacén de este recinto.
La explosión de casi 3.000 toneladas de ese fertilizante causó una onda expansiva que asoló varios barrios de la capital libanesa, dejando a unas 300.000 personas sin hogar, más de 200 muertos y por encima de 6.500 heridos.
