El 21 de enero de 2023 se celebrará un referéndum en Eslovaquia. Los ciudadanos podrán decir si están de acuerdo con la posibilidad de acortar el periodo electoral mediante referéndum o por resolución del Consejo Nacional (parlamento). La recogida de firmas necesarias para convocar el referéndum fue iniciada por el partido Smer-SD, un partido patriota de izquierdas y anti-inmigración.
Algo sorprendente es que la presidenta (Zuzana Čaputová) dijo que no llamaría a los ciudadanos a participar en el referéndum ni los disuadiría de hacerlo. Como razón, dijo que sólo ve una campaña política de un partido político detrás del referéndum.
Por parte de los partidos, Hlas (partido progresista) expresó su decepción por la declaración de la presidenta de que no convocaría a los ciudadanos a participar en el referéndum. «Es una falta de respeto más a la democracia directa y a la posibilidad de que los ciudadanos de la República Eslovaca intervengan activamente en la gobernanza de los asuntos públicos». El principal partido de la coalición, OĽANO, y el SaS, actualmente en la oposición, también respetan la decisión del presidente de convocar un referéndum, aunque ambos ven como un despilfarro innecesario de dinero por una cuestión que afirman que es “inútil”.
El referéndum debía incluir dos preguntas:
¿Está de acuerdo en que el Gobierno de la República Eslovaca debe dimitir sin demora?
¿Está de acuerdo en que el cese anticipado del mandato del Consejo Nacional de la República Eslovaca pueda llevarse a cabo mediante referéndum o mediante resolución del Consejo Nacional de la República Eslovaca?
Finalmente, el referéndum solo incluirá la última pregunta. El Tribunal Constitucional dictaminó que la primera pregunta no se ajusta a la Constitución. «El tema del referéndum debería haber sido una orden de facto al Gobierno para que dimitiera. Hemos incluido que el tema del referéndum es contrario al principio de generalidad de la ley, al principio de separación de poderes y, por tanto, también contrario a la Constitución».
Crisis entre el Gobierno y la sociedad eslovaca
El Gobierno eslovaco ha sido uno de los gobiernos más pro-OTAN y pro-ucrania en Europa junto a los gobiernos de los países bálticos, República Checa y Polonia. Han dado ayudas económicas, ayudas militares y han acogido a cientos de miles de refugiados ucranianos en su país. Seguramente la mayoría de europeos creerán que si el gobierno actúa de esta forma, en consecuencia, sus ciudadanos pensarán igual, pues no, de hecho están bastante hartos con la situación actual.
Las manifestaciones anti-OTAN han sido una constante en el país, la subida de los precios provocados por la inflación más el encarecimiento generalizado de la energía en el país han sido las dos variantes que más han enfurecido a la sociedad eslovaca, por no decir que la crisis de refugiados ha comenzado a irritar poco a poco a los eslovacos, sobre todo después de los primeros meses de la guerra.
La última encuesta realizada por GLOBSEC (think tank eslovaco) refleja esta situación, donde analiza la guerra ruso-ucraniana en los distintos países del grupo Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia). Y es que el 52% de los eslovacos ven a los refugiados ucranianos como un fenómeno negativo. Eslovaquia es el único país del grupo Visegrado en que la mayoría de sus ciudadanos ven esto como algo negativo.
Otra de las preguntas de la encuesta del think tank es, ¿cuál es el responsable de la guerra en Ucrania? El 39% de los eslovacos creen que el responsable directo de este conflicto es la OTAN, un 7% cree que es la propia Ucrania y menos del 50% (un 43%) cree que ha sido Rusia.
La historia de los referéndums en Eslovaquia
Eslovaquia tiene un historial de referéndums fallidos muy grande, la participación política en este país es muy baja debido al desinterés y la desafección política de la sociedad eslovaca.
El referéndum del 23 y 24 de mayo de 1997 se refería a la adhesión de Eslovaquia a la OTAN y a la elección directa del presidente fue un fracaso. La participación fue del 9,53% y no fue válido, declarándose nulo el mismo 25 de mayo de 1997 por la Comisión Central del Referéndum.
El referéndum del 25 y 26 de septiembre de 1998 era sobre si los eslovacos estaban de acuerdo en que el Consejo Nacional de la República Eslovaca adopte una ley constitucional que prohíba la privatización de estas empresas estratégicas. La participación fue alta para los estándares de los referendos en Eslovaquia, alcanzando el 44,25%, la razón fue que el referéndum se hizo el mismo día que las elecciones parlamentarias. Como no alcanzó el 50% requerido, no fue válido.
En el año 2000 y 2004 también se intentó el referéndum sobre elecciones anticipadas, ambos fracasaron con una participación del 20,03% y el 35,86%, respectivamente.
El único referéndum válido de la historia de la República de Eslovaquia fue la adhesión de Eslovaquia a la Unión Europea, convocada los días 16 y 17 de mayo de 2003. La participación fue del 52,15%. El 92,46% votó a favor de la adhesión de Eslovaquia a la Unión Europea, tan solo el 6,2% votó en contra.
El referéndum del 28 de septiembre de 2010 fueron 6 preguntas sobre cuestiones generales, de nuevo fue un fracaso habiendo participado tan solo el 22,84% de los ciudadanos.
El último referéndum de Eslovaquia fue celebrado el 7 de febrero de 2015, el motivo fue la prohibición del matrimonio homosexual, la adopción homosexual y las clases sexuales a menores en la escuela. Tan solo el 21,41% de los ciudadanos participaron.
No se espera una gran participación en el referéndum programado para este 20 de enero, pero puede que el hartazgo generalizado de las personas impulse a que haya una mayor participación. Lo que es seguro es que si alcanza un 50% o más será todo un hito en la historia eslovaca.
