viernes, abril 19, 2024
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Churruca, Gravina y Cervera dejan de ser «franquistas» a ojos del PSOE de Palma

El alcalde de la capital balear da marcha atrás después de anunciar que retiraría las calles dedicadas a los tres marinos

Los almirantes de la Armada Española Churruca, Gravina y Cervera, que defendieron los intereses de España a principios y finales del siglo XIX en la batalla de Trafalgar y en la guerra de Cuba, ya no son calificados de franquistas, después de que esta semana hayan salido del Censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas de la ley de memoria democrática de las Islas Baleares.

Por tanto, los tres ilustres marinos seguirán en el callejero de Palma y sus placas continuarán luciendo en su sitio, en el barrio de Son Armadans de la capital balear.

La Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democráticas ha revisado esta semana el censo de simbología a petición del Ayuntamiento de Palma, gobernado por el socialista José Hila junto a Podemos y MÉS.

Los almirantes, no los buques

La comisión entiende que el nombre de estas tres calles se refiere «a los almirantes en cuestión y no a los destructores franquistas que llevaron su nombre a lo largo del siglo XX». Por lo tanto, salen de la lista.

Lo curioso es que, según la historia de la guerra civil española, los destructores Churruca y Gravina participaron toda la guerra del lado republicano y el crucero Cervera, en dique seco en Ferrol en 1936, se lo apropiaron los nacionales tras triunfar el golpe en el puerto gallego.

La comisión considera que es «muy clara la utilización de los nombres de estos personajes históricos en la visión franquista de la Historia pero, pasado el tiempo, se ha ido desvaneciendo la vinculación que trató de establecer el franquismo con figuras relevantes de la historia de España para justificar su concepto de reconquista o cruzada».

Esta polémica arrancó en marzo pasado cuando el Ayuntamiento de Palma anunció el cambio de nombre de 12 calles por su reminiscencia del franquismo y del fascismo, en consonancia con ley de memoria democrática de las Islas Baleares, una iniciativa legislativa del Gobierno de la socialista Francina Armengol y sus socios de Podemos y los ecosoberanistas de MÉS.

El consistorio paralizó su iniciativa y se confió al criterio de la Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democráticas.

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