La economía se contraerá tres décimas en el último trimestre de 2022 y la inflación permanecerá alta en 2023, aunque caerá al 4,8%
La Comisión Europea recortó este viernes su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España en 2023 hasta el 1%, más de un punto menos de lo que calculaba hace unos meses. Además, Bruselas no solo corrige sus propias estimaciones, sino que ante todo censura las del Gobierno de Pedro Sánchez, que a principios de octubre señaló que la economía española crecería un 2,1% el año que viene, es decir, más de la mitad de lo que ahora apunta la UE.
La noticia positiva es que, según los cálculos de la Comisión, España esquivará la recesión, ya que se espera una contracción del 0,3% en el último trimestre de este año y una tasa del 0% en los tres primeros meses de 2023, evitando así encadenar dos trimestres en negativo, lo que supondría una recesión técnica.
Por el contrario, Bruselas eleva medio punto la proyección de expansión del PIB este año, desde el 4% que anunció en julio hasta el 4,5% que recoge el documento presentado en una rueda de prensa por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
«El crecimiento del PIB seguirá siendo débil al inicio de 2023 antes de ganar solidez en la segunda mitad del año», resume el texto de Bruselas, en el que se cita entre los factores de mejora una menor presión de los precios energéticos, que conducirán a una «recuperación moderada del consumo privado», mayor normalización del turismo y la ejecución de reformas e inversiones del plan de recuperación.
En cuanto a la inflación, la Comisión espera que baje al 4,8% en 2023. No obstante, a pesar de la tendencia descendente del crecimiento de los precios, las autoridades comunitarias advierten de que el contagio desde la energía y los alimentos a otros bienes y servicios fue «cada vez más visible» en 2022 y provocará que la inflación subyacente «se mantenga en niveles elevados» durante los próximos años.
