El ministro de Exteriores ha asegurado que se buscará el restablecimiento «de manera controlada de la circulación de personas y de bienes entre los dos países»
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado este miércoles en el Congreso de los Diputados que viajará el próximo 1 de abril a Marruecos para reunirse en Rabat con su homólogo del país africano, Naser Burita.
El objetivo del encuentro será buscar «la normalización completa» de todas las conexiones, «incluidas las terrestres, aéreas y marítimas», entre Marruecos y España, además de retomar en verano la Operación Paso del Estrecho. Esta cayó en saco roto durante la crisis diplomática del último año.
Además, Albares también ha subrayado que en la reunión con Burita se abordará el restablecimiento «de manera controlada de la circulación de personas y de bienes entre los dos países», lo que significa que volverán a abrirse las fronteras con Marruecos.
La reunión de los ministros de Exteriores servirá también para preparar la próxima visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Rabat.
Se pone así fin a un cierre de fronteras que, con el argumento de garantizar la seguridad sanitaria de Marruecos ante la pandemia de la covid-19, duraba ya dos años.
Albares ha asegurado que España “no abandonará” a los saharauis y que las nuevas relaciones con Marruecos se basarán en la “transparencia, el respeto mutuo y los acuerdos adoptados y la abstención de toda acción unilateral”.
Para el ministro, el plan marroquí para el Sáhara es el más “serio, creíble y realista” y es una “gran oportunidad para desencallar una situación que dura ya 46 años, demasiados”, especialmente para la población saharaui, “una población a la que España no va a abandonar; España sigue y seguirá comprometida con ellos”, ha asegurado.
No obstante, el Gobierno considera que debe “contribuir a abrir una perspectiva de solución, mutuamente aceptable para una situación que lleva estancada cinco décadas” y en la que “si no nos involucramos, seguirá enquistada”.
Con el apoyo al plan marroquí de España, se abre “una nueva etapa” que debe basarse en la “transparencia y respeto mutuo y a los acuerdos adoptados y abstención de toda acción unilateral” y que se basará en una “hoja de ruta clara y ambiciosa en beneficio de la integridad territorial, estabilidad y prosperidad” de España.
Desde que el pasado viernes se conoció la carta del presidente Pedro Sánchez al rey Mohamed VI de Marruecos, gracias a una filtración de la casa real marroquí, “la cooperación se ha visto retomada y reforzada”, como demuestra el hecho de que haya regresado la embajadora Karima Benyaich, quien fue llamada a consultas el pasado mes de mayo.
Para Albares era “imperativo poner fin a la situación de tensión y falta de comunicación” entre dos países vecinos y con un alto volumen de intercambio económico y social, y era preciso no hacerlo de manera “coyuntural, sino sentando las bases de una relación más fuerte”.
Y todo ello, con el objetivo de defender los intereses de España y promover su prosperidad.
“Hemos puesto fin a la crisis; es el momento de trabajar conjuntamente con Marruecos, solo tenemos que ganar”, ha concluido.
Fuente: El Liberal / EFE
